Hoffman: “Hay un botón nuclear para irnos de Barcelona, pero ahora todo funciona bien”
El responsable del MWC señala que su evento “abrió el camino” para que llegaran otros grandes acontecimientos como la Copa América de Vela o el ISE
29 marzo, 2023 12:00Noticias relacionadas
¿Cómo avanzan las ciudades, o, cómo lo hace, en concreto Barcelona? Los grandes acontecimientos mueven turistas, atraen el talento internacional, pero también tienen externalidades negativas para los centros urbanos. La tercera edición de las jornadas React, que impulsó el Ayuntamiento de Barcelona, ha querido reflejar ese debate. John Hoffman, el CEO de GSMA, la empresa que organiza el Mobile World Congress, ha señalado que él abrió “el camino” para otros eventos internacionales, y que, tras su experiencia, se ha llegado a punto “muy satisfactorio”. Siempre queda, sin embargo, lo que él ha llamado el “botón nuclear”. “Si hay algo que realmente funciona mal, siempre hay un botón nuclear para irnos de Barcelona, pero ahora todo funciona bien, todo es positivo”.
Esa esperiencia debe servir al resto de impulsores de acontecimientos, a juicio de Hoffman. En el debate, en el edificio del Disseny Hub, ha participado el propio Hoffman junto con Hedwig Fijen, la responsable de Manifesta –una bienal de arte y urbanismo que se celebrará en Barcelona en 2024--, Michael Blackman, director general del ISE –la feria audiovisual que ha acogido Barcelona--, y Aurora Catà, vicepresidenta de la America’s Cup Events Barcelona. La premisa ha sido clara, por parte de todos: “en Barcelona hay colaboración, se puede trabajar con las administraciones y el impacto que se genera beneficia al conjunto de la ciudad”, a juicio de Catà.
La ciudad mantiene una relación particular con esa idea de los grandes acontecimientos. Han sido muchos, a lo largo de su historia, los que han ayudado a dimensionar la urbe. Pero, ¿es necesario avanzar a partir de ellos? Las preguntas las formulaba el director adjunto de La Vanguardia, Miquel Molina, con la intención de que se expresaran, también, los inconvenientes.
El hecho, según Blackman, es que la ciudad reúne unos requisitos muy particulares. En Londres, su salón audiovisual “hubiera quedado ocultado por los muchos eventos que se desarrollan, pero en Barcelona hemos sido la referencia mientras se ha organizado”. Esa dimensión, menor a la de grandes ciudades como Londres, y su “magnetismo”, similar al de Amsterdam, donde se desarrollaba el ISE, “hacen muy atractiva a Barcelona”.
Pero, ¿qué pasa con la seguridad, o con el aeropuerto de El Prat, al que le faltan conexiones internacionales directas? Esa circunstancia se relativiza. Para Blackman, “siempre se pueden mejorar las conexiones y vuelos directos, pero, como mucho, desde cualquier parte del mundo, puedes llegar con dos escalas”.
Lo realmente importante, y esa es la crítica que se lanza desde las entidades sociales, es cómo llega esa influencia en los distintos barrios de la ciudad, o en el conjunto del área metropolitana. Muy sensible a eso se ha mostrado Hedwig Fijen, porque Manifesta se ocupa, precisamente, de ello, y el evento de 2024 se centrará en distintos puntos del “área metropolitana”, y en la “reflexión sobre cómo funciona el transporte y qué legado dejan este tipo de acontecimientos en la ciudad”.
Hoffman, siempre muy expresivo, reclamó a los organizadores del Ayuntamiento que dejen de llamar a esas jornadas como React, --pensadas como reacción ante el parón económico que supuso la pandemia del Covid—y se denominen “Act, acciones, porque Barcelona va para arriba, sin duda”.