Francisco, el guardia urbano con una medalla al mérito nacional ignorado por el Ayuntamiento

Francisco Ros empezó a trabajar como policía hace 34 años. Comenzó en Sant Cugat, después pasó por Sant Boi de Llobregat hasta que, en el 2000, se incorporó a la Guardia Urbana de Barcelona, donde sigue a día de hoy. A lo largo de las más de tres décadas de servicio que lleva a sus espaldas, ha vivido situaciones de todo tipo, poniendo en riesgo su integridad física y con actuaciones muy complicadas, que le han costado la salud y la baja laboral. 

Por este motivo, desde la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía Local (Unijepol) y la Asociación Española de Municipios y Provincias (FEMP) decidieron otorgarle una de las tres medallas nacionales al mérito policial. En su caso, con el distintivo rojo, por las lesiones sufridas durante una de sus intervenciones estando fuera de servicio. La entrega de la condecoración fue el pasado 23 de marzo en el Palacio de Congresos de Albacete.

Francisco Ros con los agentes de los Mossos d'Esquadra condecorados al mérito policial / CEDIDA

DESINTERÉS Y DESIDIA

Ros no fue el único que recibió el mérito. Alejandro Congosto Gómez, policía local de Argamasilla de Calatrava, que fue brutalmente asesinado a tiros mientras estaba de servicio, a título póstumo, también obtuvo el distintivo rojo. Javier Delgado Rodríguez, compañero del agente fallecido, es otro de los que ha sido premiado con la medalla nacional.

Desde la Unijepol informaron a la jefatura de la Guardia Urbana, ya que uno de sus agentes tendría una de las medallas más importantes del país en cuanto al mérito policial. La sorpresa del policía fue mayúscula cuando vio la actitud que tenía el Ayuntamiento de Barcelona, una actitud, que según sus palabras, era de total desinterés y desidia.

Para asistir a este tipo de eventos, tenía que solicitar el uniforme de gala y fue entonces cuando empezaron los problemas. "Me puse en contacto con el personal de varios departamentos para pedir mi traje, pero nunca me cogían el teléfono. La situación era bastante desesperante, ya que quedaban tan solo dos días para la entrega de medallas y yo seguía sin el uniforme de gala. ¿Acaso pretenden que vaya en chándal en un evento de estas características?", dice Ros en tono irónico a Metrópoli, donde ha explicado detalladamente su decepción con la actitud del consistorio.

ENTREGA DE MÉRITOS POLICIALES

Después de mucha insistencia, a 48 horas de la entrega de medallas, le dieron su uniforme de gala. Pero esto no ha sido lo único que le ha molestado. Asegura que la actitud de la jefatura de la Guardia Urbana y del Ayuntamiento deja mucho que desear. Recibió una felicitación Xavier Vilaró, exjefe de la Guardia Urbana de Barcelona que, a diferencia de Pedro Velázquez, el actual intendente mayor, no se ha puesto en contacto con él,

"No entiendo esta falta de interés. Me siento defraudado. Hubiera sido todo un detalle una llamada. Yo tiro hacia delante y cumplo con mis obligaciones, pero creo que es importante que la gente sepa que tienen trabajadores que siguen dando la cara estando solos", lamenta Ros, que aún no da crédito a la actitud del Ayuntamiento ni antes ni después de su condecoración.

Los agentes que han recibido méritos nacionales durante el evento en el Palacio de Congresos de Albacete / CEDIDA

El jurado designado Unijepol y la Federación Española de Municipios y Provincias ha decidido otorgarle el mérito nacional con distintivo rojo por cuatro actuaciones que ha hecho estando fuera de servicio. La primera fue un robo con violencia a una mujer, a la que le quitaron móvil y el bolso. En esa ocasión, Ros fue capaz de recuperar el bolso de la víctima.

TRES MESES DE BAJA

En un segundo caso, también actuó para evitar un robo con violencia: el agresor le rompió la mano y el agente tuvo que estar tres meses de baja y otros dos en rehabilitación. Otra de sus actuaciones fue en el tren de Sants: un ladrón robo un bolso y una bolsa llena de objetos de valor que superaban con creces los 400 euros. En el cuarto caso, actuó en un robo con violencia en la estación de metro de la plaza de Espanya: "El hombre se escapó, pero conseguí recuperar el bolso", dice el policía.

Francisco Ros cree que Barcelona merece saber los distintivos que reciben los agentes de la Guardia Urbana, ya que son un símbolo de la calidad de su servicio. El hombre ha aprovechado la ocasión para agradecer a la organización de Unijepol y la Federación Española de Municipios y Provincias su decisión de premiarlo con el mérito nacional, a la vez que ha cargado contra el consistorio por su actitud.

LA VERSIÓN DEL AYUNTAMIENTO

La versión del Ayuntamiento es muy diferente a la de Ros. "Desde el consistorio hemos cumplido con todos los plazos en cuanto a la entrega del uniforme de gala para que pueda representar a la Guardia Urbana en el evento de Albacete". En cuanto al reconocimiento del mérito policial por parte del consistorio y de la jefatura de la Guardia Urbana no han hecho ningún tipo de declaración.