El caso de Kira López, la menor de 15 años, alumna del colegio Jesús, Maria i Josep de Sant Andreu que se suicidó al ser víctima, según siempre aseguró, de un infame acoso escolar, se mantiene vivo. Los padres de la menor, convertidos a la fuerza en activistas contra esta lacra, mantienen vivo su legado día a día.
Pese a que el colegio ha sido exonerado de toda responsabilidad, José Manuel López, el padre de la pequeña, no ha dejado de publicar nuevas pruebas que atestiguan que Kira sufrió, desde prácticamente su entrada a colegio, de una presunta persecución por parte de algunos compañeros y una presunta omisión por parte del personal del centro educativo.
NOTAS EN LA AGENDA
Con motivo del segundo año desde que la menor se arrebató la vida, López la ha recordado a través de su cuenta de Twitter publicando imágenes de una nota escolar que se envió con la profesora cuando Kira estaba todavía en parvulario.
Corría el año 2011. Kira, de unos cuatro años, le enseñaba a su profesora una nota en su agenda, escrita por sus padres, que buscaban establecer comunicación. “Hola, Marta. Ayer Kira salió con la cara marcada y me contó que le habían pegado. También me dijo que hay un niño/s que le corta el pelo. Esto me lo explica ya desde hace días. Supongo que ya está controlado pero me preocupa un poco porque siempre me habla de los mismos y si es verdad lo que me cuenta cada vez va a más. Saludos, María José”, rezaba la misiva.
Inmediatamente, la profesora contestó: “Buenas tardes, He hablado con los niños que Kira me ha dicho. Espero que no se vuelva a repetir. Si Kira te vuelve a explicar algo parecido, por favor, házmelo saber. Estas cosas no se pueden pasar (por alto). Muchísimas gracias”. El mensaje va acompañado de imágenes de los escritos en la agenda de la menor.
MENTIRAS
López ha vuelto a cargar contra el colegio, asegurando que la tutora "jamás activó ningún protocolo" y que "logró engañarles" con sus "atentas respuestas". "Las agresiones hacia Kira se repitieron durante un curso más con secuelas irreversibles para ella. Tras el suicidio de Kira, esta tutora mintió a Inspección y negó cualquier episodio de acoso hacia su alumna durante ese curso. A fecha de hoy esta tutora y responsable de la seguridad de Kira en aquellos momentos sigue impune y nadie ha pedido perdón. Tampoco nadie ha dado explicaciones sobre cómo algo así podía pasar de forma reiterada en una clase y patio supuestamente vigilados por dos adultos", ha concretado.
La suicidio de Kira inició para sus padres una etapa marcada por el periplo judicial mantenido contra el centro. En todas las instancias a las que llegó el caso, la justicia se posicionó a favor del centro educativo. Por otra parte, los padres han sido sometidos también a situaciones de acoso por personas relacionadas con la institución.