Alarma general entre la plantilla del Hotel Palace de Barcelona por la precariedad laboral. La plantilla del icónico establecimiento barcelonés, una de las joyas de la corona en la capital catalana, ha puesto en jaque a la propiedad debido a las condiciones en las que tienen que trabajar. Si bien en este caso los salarios no son un problema, los trabajadores denuncian una escasez de manos que les ha llevado, tras la vuelta a la normalidad de la pandemia del Covid-19, a una situación límite.

Según han explicado fuentes sindicales a Metrópoli, el majestuoso hotel vive una falta de inversión que definen como preocupante. "Faltan maquinaria, herramientas y personal", detallan, lo que hace que los empleados tengan que trabajar bajo una intensidad difícilmente soportable y bajo unas condiciones que consideran inaceptables en un lugar "con tan altos estándares de calidad" como es el Palace. Y es que la del hotel es una plantilla "de la vieja escuela" que, según detallan, sienten un profundo amor por esta institución. No se plantean el cambio o abandono, también aclaran que "en ningún momento quieren perjudicar a la firma". "Solo queremos trabajar con dignidad" y brindar "a los clientes" el servicio y la calidad "que están pagando", sentencian.

Interior del Restaurante Amar de Barcelona, en el interior del Hotel Palace / HOTEL PALACE

Por estos mismos motivos, varios de los miembros de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT se manifestaron a principios de mes frente a las puertas del hotel, justo un día después de que personalidades como el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, el cantante Bruce Springsteen y el director de cine Steven Spielberg cenaran junto a sus esposas, Michelle Obama, Patti Scialfa y Kate Capshaw, en el restaurante Amar, ubicado en el interior del hotel.

FALTA DE PERSONAL

En primer lugar, los trabajadores critican una sistemática falta de personal. Actualmente el hotel acoge a, aproximadamente, unos 130 empleados, pero antes de la pandemia "éramos aproximadamente el doble", explican. Con la irrupción de la pandemia, bajó la ocupación, los ingresos de la compañía y también se redujo la plantilla trabajando en las instalaciones, ubicadas en Gran Via de les Corts Catalanes con la calle de Roger de Llúria.

Con la vuelta a la normalidad, poco a poco se recuperó la afluencia de clientes que pernoctaban en el hotel. Lo que no se recuperó fue la totalidad de personal que, detallan, sigue bajo mínimos a pesar de que ya se han superado las cifras de ocupación de 2019 y han aumentado los ingresos debido al auge de los precios de la estancia. "Casi todos los meses estamos en tasas de ocupación de entre el 93 y el 98%. En la temporada más baja, las cifras se mantienen muy por encima del 80%. Por ello, "no entendemos como, pese a estar ingresando más que nunca", la propiedad del hotel "no está reinvirtiendo parte del dinero" en mantener los estándares del servicio. Para más inri, recientemente desde la propiedad se ha decidido prescindir del personal de refuerzo contratado por ETT. 

El Hotel Palace de Barcelona, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Los estándares de exigencia, unidos a la falta de manos, han comenzado a causar mella entre los empleados, que reconocen que se han disparado en los últimos meses las bajas laborales, lo que causa un círculo vicioso porque la cantidad de trabajo recae sobre la plantilla restante y eso añade todavía más presión y sobrecarga a la plantilla. "Algunas secciones sí se han reforzado, pero cuando se han producido necesidades imperiosas", el resto, todavía funcionan cuando pueden. "Hasta nuestros jefes nos han pedido que hagamos presión para contratar personal de refuerzo", confiesan.

CADENAS HUMANAS

Más allá de la falta de manos, son otras también las necesidades de un negocio que demanda cumplir con unos estándares de calidad que sobrepasan la excelencia. En este sentido, por la falta de maquinaria para hacer transportes pesados, se han visto obligados a hacer cadenas humanas entre decenas de empleados y así repartir la carga. "Se acumulan reparaciones, trabajos de mantenimiento y recambios de material", señalan.

Otro ejemplo es que se ha tardado meses en hacer copias de llaves maestras que los empleados necesitan para poder acceder a las habitaciones. Mientras tanto, han tenido que llevar un fajo pesado de llaves, una para cada habitación. Más preocupante, de cara a la imagen que proyecta el local, es el hecho de que hay empleados que tienen el uniforme roto y se han experimentado retrasos a la hora de cambiar las prendas.

Fachada del hotel Palace Barcelona / PALACE BARCELONA

TENSAS NEGOCIACIONES

Desde el Hotel Palace explican a este medio que "existe un tono absolutamente conciliador por ambas partes, totalmente encaminado a encontrar soluciones a cualquier problema que pueda surgir", si bien se han acogido a mantener los detalles en el ámbito de la privacidad. Dichas declaraciones contrastan con las de los sindicatos, que han definido las conversaciones como "tensas".

No obstante, comentan que sí se está haciendo una previsión de contrataciones y que se ha puesto sobre la mesa un proyecto de inversión para solucionar los problemas comentados. Los sindicatos acogen la propuesta con escepticismo, aunque han detectado una mayor implicación. Por ese mismo motivo, se han emplazado de cara a finales de mes, dando un margen de dos semanas "para ver movimientos reales". "Si no vemos una clara intención de desencallar este problema, volveremos a movilizarnos", esta vez, sin embargo, se contará con el resto de la plantilla.

Noticias relacionadas