Un investigador en Física Cuántica de la Universitat de Barcelona (UB) critica que la universidad le excluye de impartir clases presuntamente por ser ciego.
El investigador tiene una Beca María Zambrano que contempla unos 60 créditos de docencia por curso, aunque no son obligatorios. Por ello, cuando vio que a otros compañeros con la misma beca les asignaban horas de clase y a él no, se quejó ante los responsables de la facultad.
DISCAPACIDAD VISUAL DEL 79%
El investigador ha explicado que tiene una discapacidad visual del 79% pero que esto no le ha evitado realizar su carrera investigadora desde hace 20 años, así como estar impartiendo clases en el extranjero desde hace 12 años.
Cuando vio la oportunidad de los contratos María Zambrano decidió apuntarse y optó por la UB para continuar su carrera investigadora. Según ha informado elDiario.es, ante su voluntad de pedir dar clases, en la universidad primero le dijeron que sí, pero "luego empezaron a dar excusas".
"Después de un año volví a insistir y me dijeron que varios profesores de la Comisión Permanente tenían prejuicios y creían que una persona ciega no podía dar clases porque los alumnos podían verse perjudicados", ha asegurado el investigador.
DENUNCIA A INSPECCIÓN DE TRABAJO
Fuentes de CGT que han llevado el caso, consultadas por Europa Press, han insistido en que se excluyó al investigador de dar clases "por su discapacidad visual", algo que consideran que es discriminatorio y que lo denunciará próximamente ante Inspección del Trabajo.
El investigador, que llegó a la UB en abril de 2022, ha decidido cambiarse a otra universidad en Zaragoza, aunque continuará en la UB "hasta agosto", apuntan las fuentes del sindicato.
El investigador ha explicado que "técnicamente no es un traslado" pero que sí que es realizar la última parte de su contrato fuera de la UB, y que le queda medio año de contrato, es decir, hasta marzo de 2024.
VERSIÓN DE LA UNIVERSIDAD
Fuentes de la universidad, por su parte, señalan que han tomado las medidas necesarias ante esta situación y puntualizan que "el profesor no abandona la UB", sino que de momento continúa adscrito a la universidad. Además, han asegurado que la universidad "le ha programado seis horas de clase en cada semestre del año que viene".
El investigador ha dicho que agradece a la UB esta decisión de programarle horas de clase para el año que viene pero cree que "ha llegado tarde". En este sentido, ha remarcado que la denuncia que prevé presentar ante Inspección de Trabajo es "un poco para que al próximo que le pase una situación así que al menos haya un precedente".