Ambiente durante un concierto del Primavera Sound, en el Parc del Fòrum de Barcelona / EFE

Ambiente durante un concierto del Primavera Sound, en el Parc del Fòrum de Barcelona / EFE

El pulso de la ciudad

El Primavera Sound recoge velas: de criticar las trabas de Barcelona a dejar Madrid

El festival admite ahora que en Madrid no hay un espacio “con garantías”, mientras que el gobierno municipal de Barcelona insiste en que no puede haber “privilegios”

21 julio, 2023 23:20

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Un fiasco. El festival Primavera Sound renuncia a su desembarco en Madrid, en Arganda del Rey, después de la dura batalla que mantuvo el pasado año con el Ayuntamiento de Barcelona. De la denuncia de las “trabas” del equipo de gobierno –entonces con Ada Colau como alcaldesa—al abandono de Madrid, “porque no hay un espacio con las características necesarias” para que el evento tenga garantías de éxito. Ello le ha llevado a problemas económicos, como apuntó Crónica Global. El Primavera Sound se repliega ahora en Barcelona, con la percepción, por parte del Ayuntamiento de Barcelona, de que sus organizadores pecaron de “soberbia”, y con la convicción de que no puede haber “privilegios”.

El Festival Primavera Sound, a través de su codirector, Gabi Ruiz, anunció que el certamen tendría una versión en Madrid, tras su enfado con el Ayuntamiento de Barcelona, que se negó a que se organizaran dos fines de semana al año, en lugar de un único fin de semana. El festival presionó y la percepción que se quiso trasladar es que Barcelona perdía oportunidades, frente a la ciudad de Madrid, dispuesta a recoger todas las iniciativas económicas y lúdicas que se pudieran despreciar desde la capital catalana.

Lo que evidencia aquel pulso del Primavera Sound, frente a la administración local, según las fuentes consultadas del Ayuntamiento de Barcelona, es un cambio de paradigma, que, en algún momento, deberá afrontar el actual consistorio que dirige el socialista Jaume Collboni. Al reclamar más facilidades por parte del festival, se generó una dinámica en el que otros eventos quisieron tener también más fines de semana disponibles, y todo ello causó que los vecinos, --en los distintos distritos afectados—defendieran sus derechos, con la posibilidad de judicializar sus problemas frente al Ayuntamiento.

De cara a la opinión pública, lo que ha sucedido ahora es que todas las administraciones tienen “los mismos problemas”, y los grandes festivales que reclaman espacios –alentados por inversores que quieren un retorno importante y rápido—chocan contra una realidad. ¿Podía el Primavera Sound programar sus conciertos en el centro de Madrid? ¿Había espacios fuera de la ciudad con las garantías suficientes, a pesar de la buena disposición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida?

El codirector del Primavera Sound, Gabi Ruiz, con una imagen de archivo del festival / MA

El codirector del Primavera Sound, Gabi Ruiz, con una imagen de archivo del festival / MA

El comunicado del Primavera Sound es claro en ese sentido: "A día de hoy, de cara a 2024, la ciudad no cuenta con un recinto capaz de albergar con garantías un evento de nuestra magnitud y formato en lo que a exigencias del público, requisitos de producción y despliegue musical se refiere", aunque la ciudad de Madrid y toda la Comunidad recibió a sus organizadores "con los brazos abiertos, con un cariño que se reflejó a través de las instituciones, los agentes culturales y por supuesto el público".

En Barcelona las relaciones fueron duras. Tras la pandemia, el Primavera Sound, como otros festivales, necesitaba recuperar el tiempo perdido, y reclamó al Ayuntamiento dos fines de semana, que el consistorio concedió, pero únicamente para 2022, no para el resto de años contratados, hasta 2027. Con la idea de que la excepción fuera regla, los organizadores del festival aseguraron que tendrían, a partir de 2023, una versión en Madrid.

PRESIÓN DE LOS VECINOS

La “soberbia”, como apuntan fuentes municipales, fue tan grande que Gabi Ruiz sentenciaba que se quedarían en Madrid “para siempre”. Sus palabras ahora suenan extrañas: “Estaremos en Madrid hasta que nos echen o cuando la gente deje de comprar entradas”, insistía Ruiz, para añadir que la capital de España ofrecía uno de los mejores recintos del mundo, en referencia al terreno en Arganda del Rey, a 22 kilómetros de Madrid.

Escenario del festival Primavera Sound en una imagen de archivo

Escenario del festival Primavera Sound en una imagen de archivo

Aquella actuación no se compadece con una “empresa prudente”, mantienen las mismas fuentes, y contribuyó a que la burbuja de los festivales se hiciera muy grande. Ahora, todos los gobiernos locales, del signo que sean, deberán atender una doble presión: la de sus vecinos, por los ruidos, por las incomodidades, y la de las empresas organizadoras de los festivales, que quieren ganar dinero, a partir de espacios que deben ser –por fuerza— multitudinarios para ser rentables.