El archivo histórico de la biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona está en peligro. Ubicado en la planta menos uno en la sala apodada como 'Sala Antonio Herrera', preserva la memoria histórico-artística de La Verneda, La Pau y Sant Martí de Provençals.
En 90 metros cuadrados, almacena documentos que recuerdan la lucha vecinal de estos barrios desde los años 70 y 80 por alcanzar infraestructuras como el tranvía, el ambulatorio o la propia biblioteca, a través de fotografías, cintas, exposiciones, conferencias y otros apoyos escritos.
SALA PARA ESTUDIANTES
A pesar de su importancia histórica, la entidad que gestiona el archivo, el Centre d'Estudis de Sant Martí de Provençals, ha asegurado a Metrópoli que ha recibido un aviso para que abandone el reconocido edificio. El distrito pretende destinar la sala donde se encuentra el archivo a estudiantes, con el pretexto de que "no tienen suficiente espacio".
En la última sesión del consejo de barrio de Sant Martí de Provençals, el Ayuntamiento de Barcelona comunicó que la biblioteca García Márquez atrae a más de 40.000 personas al mes, superando las 1.800 visitas diarias. "Todos compartimos el deseo de aprovechar al máximo este lugar espectacular, aunque debemos tener en cuenta las limitaciones del espacio. La mejor situación que puede ocurrir es que se presente un desafío de sobreúso", afirmó el concejal del distrito, David Escudé.
DESALOJO SIN FECHA
Según la asociación, se enteraron de la necesidad de abandonar la instalación "hace unas semanas". La entidad denuncia que fueron "los últimos en enterarse" y que los planos arquitectónicos que concebían este espacio como un refugio memorístico no se han cumplido.
Aunque la fecha del desalojo no está determinada, el distrito de Sant Martí declara la orden como irreversible. No obstante, el depósito que alberga el archivo permanecerá y el consistorio les ha comunicado que podrán acceder para guardar documentos cuando lo deseen y utilizar el auditorio y la sala de actos para sus actividades programadas.
FALTA DE SUPERVISIÓN
La decisión de mantener el archivo histórico al alcance de los usuarios preocupa a los afectados por "la falta de supervisión" en la sala de la biblioteca, consecuencia de la escasez de personal. Esta situación plantea un potencial "riesgo para los documentos almacenados", señala el centro de estudios. En respuesta, el distrito asegura que el depósito estará cerrado con llave y que en la sala habrá estudiantes mayores de edad, garantizando que no habrá inconvenientes.
No obstante, el centro de estudios insiste en la necesidad de utilizar toda la sala para continuar con exposiciones temporales o permanentes, proporcionando un espacio adecuado para la abundante colección de documentos y objetos que resguardan. Además, añaden que el edificio cuenta con una capacidad de "cuatro mil metros cuadrados".
REUBICACIÓN DE LA ENTIDAD
En aras de preservar la exclusividad de la sala, la institución ha recolectado "400 firmas en contra de la expulsión, además de las recogidas en formato papel", afirman los afectados.
De forma simultánea, el Ayuntamiento busca alternativas para ubicar a la organización en el centro cívico de Sant Martí. El centro académico insiste en que el nuevo lugar debe poseer las mismas características que el actual: accesibilidad, condiciones climáticas favorables y la capacidad suficiente para guardar toda la información.
ARCHIVOS DE VALOR
El archivo cuenta con documentos históricos como la Enciclopedia del Franquismo Guía de la buena esposa, copas de petanca donadas por la Asociación de Vecinos de La Verneda alta --la mayoría ganadas por mujeres-- y material proveniente de la desmantelada escuela Bressol Pere Calafell en 2015. Asimismo, alberga material audiovisual de alto valor, como la historia de la primera mujer con diversidad funcional que estudió en el Instituto Infanta.