El informe presentado por la Cambra del Comerç esta semana resalta la urgencia de interconectar las redes para abordar la escasez de agua debido a la ausencia de precipitaciones.

Según sus estimaciones, el déficit hídrico es el resultado de la falta de acciones previas, y calcula que se necesitan 5.200 millones de euros de inversión hasta 2040, con 3.200 millones destinados hasta 2030, para establecer infraestructuras que garanticen el suministro de agua.

Una postura similar ha sido expresada por el Observatorio Intercolegial del Agua, conformado por representantes de los colegios de Ingenieros de Caminos, Industriales, Agrónomos y Economistas. Para ellos, es esencial conectar las redes regionales de agua en Cataluña, específicamente uniendo la red regional de la zona central con la del Consorcio de Aguas de Tarragona, responsable de la gestión de los caudales del Ebro. Sin embargo, esta propuesta ha sido descartada desde el ámbito político.

Tensión en el sector agroalimentario

Por otro lado, el Colegio de Economistas de Catalunya, en una declaración reciente, ha advertido sobre el impacto negativo que la sequía tendrá este año en el crecimiento económico. Según una encuesta interna, señalan que la principal consecuencia de las restricciones será el aumento de las tensiones sectoriales, especialmente en el ámbito agroalimentario. Además, el 67,8% cree que surgirá un conflicto entre los diferentes sectores económicos por el uso del agua (agricultura, consumo humano, industria, hostelería, entre otros).

Más inversión en plantas desalinizadoras

Han pedido soluciones  para enfrentar la sequía a corto plazo. El 70% de los encuestados abogan por aumentar la inversión en plantas desalinizadoras y de regeneración, así como por la reparación de tuberías en mal estado y la inversión en plantas potabilizadoras para mejorar la eficiencia del riego.

Imagen de archivo de un grifo de agua AJ BCN

En cuanto a los sectores económicos, la agricultura y la ganadería representan el 81,8% del consumo de agua en Catalunya y el 49,2% del agua utilizada en las cuencas internas, es decir, en toda la red hidrográfica que desemboca en el mar Mediterráneo (ríos Muga, Fluvià, Ter, Daró, Tordera, Besòs, Llobregat, Foix, Gaià, Francolí y Riudecanyes).

Impacto económico de las restricciones

El sector primario constituye el 81% del consumo de agua en la economía catalana y casi la mitad del agua utilizada en las cuencas internas. Aunque la construcción, la industria y los servicios son menos intensivos en el consumo de agua según el Valor Agregado Bruto (VAB), las restricciones podrían tener un impacto económico considerable en Catalunya, según indica el informe de la Cambra de Barcelona sobre indicadores de progreso y bienestar.

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