Adiós definitivo a una mítica discoteca de Barcelona

Barcelona se despide para siempre de una de las discotecas más míticas de la ciudad. Se trata de la Sala Tango, que bajó la persiana en 2020 en contra de su voluntad. Tal como ha explicado Marco Antonio García --CEO del Grupo Arena-- en unas declaraciones a Metrópoli, a pesar de los intentos para conseguir reabrirla, no ha conseguido llegar a un acuerdo con la propiedad: "Estamos a la espera de juicio por este tema, pero lamentablemente, la Sala Tango no volverá".

Esta discoteca, con casi 40 años de historia en la capital catalana, estaba ubicada en el número 94 la calle de la Diputació y era el epicentro del ocio nocturno del colectivo LGTB. En noviembre de 2020, el Grupo Arena comunicó que se veían obligados a bajar la persiana. "Tras meses de lucha y protestas, la situación se ha vuelto insostenible y nos vemos obligados a tomar esta dura y drástica decisión", decía el comunicado, haciendo referencia a las múltiples dificultades a las que tuvo que hacer frente por culpa de las restricciones por el coronavirus. 

Problemas con la propiedad

El Grupo Arena era el que disponía de la licencia para reabrir la mítica discoteca, pero para hacerlo, tenía que llegar a un acuerdo con la propiedad.  "Me la intentaron quitar y dársela a otro por detrás. Esta licencia siempre ha sido mía, ya que yo he sido el que la ha explotado. Durante la pandemia, la propiedad no me pagaba y me desahució", decía en unas declaraciones a este digital.

Una de las discotecas del Grupo Arena, en una imagen de archivo / GRUPO ARENA

García no se rindió e intentó, de todas las maneras posibles, reabrir la mítica discoteca de la Nova Esquerra del Eixample. También había otras propuestas encima de la mesa por parte de otros empresarios, como la posible reapertura de una tienda de alimentación. Francisco Marín, propietario de salas tan emblemáticas como Tunnel Casanova, también quiso abrir una nueva discoteca, pero finalmente, tampoco pudo ser.

La Sala Tango desaparece de Barcelona para siempre

Los vecinos de la calle de la Diputació no se tomaron nada bien la posibilidad de que reabriera un local de ocio nocturno en el barrio. Algunos de ellos tienen pancartas en los balcones donde se puede leer "discotecas no". A pesar de los intentos del Grupo Arena, finalmente, la Sala Tango, desaparecerá de la ciudad para siempre, convirtiéndose en una victoria para los vecinos y en una mala noticia para el ocio nocturno de Barcelona, que ha perdido cientos de licencias en las últimas dos décadas.

Esta situación también la ha denunciado en múltiples ocasiones la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon), que ha preferido no hacer valoraciones en cuanto a este conflicto, ya que se encuentra a la espera de juicio: "Se trata de un conflicto particular, con intereses contrapuestos entre el propietario y el explotador".

Problemas administrativos

Preguntado por la posibilidad de que la Sala Tango reabra en otro establecimiento de Barcelona, el CEO de la Sala Tango no pone la mano en el fuego por ningún escenario: "Barcelona es una ciudad un poco dura, veremos qué hace la administración, pero nos ponen demasiadas trabas", añade el director del Grupo Arena, que lamenta que la propiedad de la sala ni siquiera haya querido "sentarse con él para negociar".

El enigma es: ¿qué negocio abrirá en los más de 2.500 metros cuadrados de la antigua Sala Tango? Habrá que esperar a que se sepa la resolución judicial y la decisión de la propiedad del local, que es quien tiene la última palabra.