El número de personas sintecho en Barcelona alcanzó su cifra récord en 2023. Este es uno de los datos más preocupantes del informe "Vivir en la calle en Barcelona 2023" realizado por la Fundació Arrels a partir de más de 680 entrevistas a personas que dormían al raso en la ciudad.
El año pasado, la fundación registró a 1.384 personas que vivían en la calle, una cifra un 12% superior a las del año anterior. El 81 % de las personas que viven en la calle en Barcelona asegura no haber recibido ningún tipo de atención social en el primer mes que pasaron al raso, las cuatro semanas que los expertos consideran clave para revertir la situación antes de su cronificación.
La entidad llama la atención sobre que las personas que llevan menos tiempo viviendo en la calle sean las más desatendidas por los servicios sociales, públicos o de entidades, ya sea por desconocimiento del funcionamiento de los recursos para personas sin hogar o por la dificultad de adaptación a la nueva realidad.
La cronificación del sinhogarismo
"Cuanto más tiempo pasa y más se cronifica la situación de sinhogarismo, sabemos que más difícil resulta revertirla. Por eso sería clave que se atendiera durante las primeras semanas a estas personas", ha señalado la directora de Arrels, Beatriz Fernández.
De promedio, las personas entrevistadas por los más de 300 voluntarios, hacía cuatro años y cinco meses que vivían en la calle (la media del informe anterior era de cuatro años y cuatro meses). Fernández ha destacado que se trata de una media elevada que demuestra que aún no se ha recuperado el nivel previo a la pandemia, cuando era de tres años y cinco meses.
La cronificación, ha añadido, es especialmente grave entre las personas nacidas en España y el resto de la Unión Europea, con cinco años y ocho meses, y seis años y medio, respectivamente de media. Con todo, cerca de tres de cada cuatro personas en la calle habían llegado a España desde otro origen.
Además de los recién llegados a la calle, el otro gran colectivo "desatendido" serían los más jóvenes (un 56 % de los menores de 25 años y un 51 % de los menores de 35 años manifiesta no haber recibido atención social pública o privada en los últimos seis meses).
El 41% de los jóvenes sin hogar son extutelados
De ellos, además, un 41 % de esos jóvenes que viven en la calle en Barcelona había vivido en un centro de protección a la infancia y juventud anteriormente, por lo que "haber vivido en un centro para niños o jóvenes es un factor de riesgo de sinhogarismo", destacan.
Otra conclusión que han destacado es que al preguntar a estas personas cuál había sido su último alojamiento antes de quedarse en la calle, en un 28% de los casos, su último lugar fue una vivienda de alquiler y en un 8% de los casos una vivienda de propiedad.
Para dos de cada diez personas entrevistadas (18 %), el último alojamiento ha sido un servicio institucionalizado (como albergues, cárceles o centros sociosanitarios o de menores) y después han tenido que dormir en la calle.
Las causas del fenómeno del sinhogarismo
La pérdida de trabajo, problemas con la familia o separación de la pareja, los problemas relacionados con la vivienda y los procesos migratorios son los principales motivos de pérdida de alojamiento que han explicado las personas que viven en la calle (y destaca que el 5% de las personas dicen no haber vivido nunca en vivienda estable).
Por todo ello, para Arrels queda claro que la atención y los servicios sociales son una asignatura pendiente de las instituciones.
La entidad reclama que vuelva a "activarse" la proposición de ley catalana que establecía un plan habitacional para los sin hogar en colaboración con los ayuntamientos, a los que ha recordado la necesidad de empadronar a todos los que duerman en la calle en su territorio.
Asimismo, ha reclamado que se deje de considerarse el sinhogarismo como un "problema de convivencia" dentro del plan Endreça municipal y que los recursos habitacionales de urgencia no tengan un límite de tiempo porque "es imposible para unas personas que viene de años en la calle pueda reencaminar su vida de forma estable en seis meses".
Radiografía de las personas sintecho
Por otro lado, sobre la radiografía de los sin hogar en Barcelona, el informe revela que el 87% de las personas que viven en la calle son hombres, el 9% son mujeres, el 1,3% son mujeres trans y el 1,2% de género no binario.
Arrels apunta que la diferencia entre hombres y mujeres se debe a que las mujeres suelen sufrir otras formas de sinhogarismo más invisibilizadas, y cuando llegan a la calle, su situación suele ser más grave.
Se ha constatado que, antes de vivir en la calle, muchas mujeres buscan todas las demás alternativas posibles: pisos sobreokupados, viviendas vacías o casas de familiares o de amistades, y para cuando llegan a la calle han sufrido un gran proceso de desgaste en todos los sentidos.