Preocupación entre los barceloneses por la pérdida de comercios locales en sus barrios

Una ciudad no es nada sin sus barrios, que tampoco son nada sin su tejido comercial. Son los propios residentes y comercios de grandes urbes como Barcelona los que la dotan de personalidad. En este sentido, la capital catalana puede --cada vez menos-- presumir de haber conservado esos negocios familiares, los de proximidad --algunos de ellos centenarios-- y transmitidos de generación en generación. Cada vez quedan menos de esos espacios, mientras que grandes franquicias o cadenas se adueñan de los locales. 

Estos comercios no solo proveen a los vecinos de los productos que comercializan. Son un punto de encuentro de la vida social y del tejido vecinal de cada zona de la ciudad. Cuentan, también, historias sobre la misma piedra viva de lo que fue en su día la ciudad y lo que es hoy. 

Pero ¿es la pérdida de negocios de barrio algo que notan los vecinos? Según una encuesta elaborada por EM-Analytics para GMG, --el grupo de medios donde se integran Crónica Global y Metrópoli--, el 78,8% de los barceloneses han percibido como, poco a poco, sus barrios quedan huérfanos del comercio de toda la vida y se llenan de grandes cadenas o franquicias.

Preocupación compartida

Se trata de un porcentaje que crece cuando se trata de los votantes del PSC. En este caso, es un 79,1% de los preguntados los que notan esos cambios frente a un 20,1% que no. También lo hace en el caso de los comunes, con un 84,4% frente a un 15,6% que no ha detectado cambios.

Cifras muy similares mantienen los votantes de Junts con un 83,3%, que han visto cambios sustanciales en su entorno inmediato, frente a un 16,7% que no han observado esta pérdida de comercios o cambios en sus barrios.

Encuesta acerca de la pérdida de comercios de proximidad en Barcelona METRÓPOLI

Sin embargo, los votantes de ERC consultados rompen con esta tendencia. En el caso de los republicanos 'solo' han detectado la pérdida de comercios y la aparición de cadenas el 75% de los consultados --frente a un 25% que no--.

Uno de los factores de la Barcelona moderna más palpables es la desaparición de su comercio tradicional, que deja paso a la irrupción de grandes cadenas y marcas conocidas que ejercen de imán para locales y turistas.