
Coches en prácticas en una imagen de archivo
Las autoescuelas de Barcelona, al límite: casi 50.000 alumnos en lista de espera y escasez de profesores
La situación obliga a muchos alumnos a irse a otras provincias durante semanas para realizar las prácticas
Sacarse el carnet de conducir en Barcelona se ha convertido en todo un ejercicio de paciencia. Más de tres meses de lista de espera, cerca de 50.000 alumnos sin poder empezar las prácticas y solo 70 profesores en toda la provincia.
La realidad que viven las autoescuelas en la capital catalana desde hace 10 años es insostenible. Tal y como ha señalado Alejandro Requena a Metrópoli, representante de la Federación de Autoescuela de Barcelona, "desde la crisis de 2008 a 2012 no se repuso el personal administrativo ni de examinadores necesarios. Desde entonces vamos cojeando, no podemos más".
Sin fecha para empezar
Juan es uno de los miles de alumnos atrapados en esta situación. Se apuntó con la ilusión de conseguir el carnet en unos meses, pero lleva ya dos meses en lista de espera y aún no tiene fecha para empezar las prácticas.
"Empiezas y te dicen que hasta dentro de tres o cuatro meses nada... Se te quitan las ganas", confiesa.
Y su caso no es único. En muchos casos, los alumnos tienen que esperar meses para poder hacer el examen práctico, lo que ha llevado a muchas personas a buscar alternativas fuera de la ciudad.
"Somos pequeños, no tenemos tantos profesores y no podemos asumir más alumnos sin saber cuándo podrán examinarse", explica Laura, una administrativa de una autoescuela de barrio.
"Tú a Albacete y yo a Cuenca"
Ante esta situación, cada vez más alumnos se ven obligados a viajar a otras provincias donde la espera es menor.
"Yo me fui a Cuenca porque me aseguraron que haría un intensivo de ocho días y me podría examinar, eso en Barcelona es impensable" asegura Clara, joven que decidió irse a otra provincia para sacarse la parte práctica del carnet de conducir.
Ciudades como Albacete o Cuenca están recibiendo un flujo constante de alumnos de Barcelona que buscan examinarse antes.
"Encima, se nos van los alumnos a otros sitios. O sea, les estamos dando de comer a otras autoescuelas", lamenta Requena.

Imagen de archivo autoescuela
Pero esta no es una solución definitiva. Muchas de estas ciudades también empiezan a colapsarse por el aumento de la demanda, y las listas de espera empiezan a alargarse allí también.
"Nos llaman desde autoescuelas de otras provincias quejándose de que se estén yendo alumnos allí porque dicen, están colapsando también sus autoescuelas" comenta Laura.
¿Y si se caduca la parte teórica?
Otro de los grandes problemas es la validez del examen teórico, que solo dura dos años. Si un alumno no consigue aprobar la parte práctica en ese tiempo, tendrá que repetir el examen teórico y volver a pagar todas las tasas.
"Sería muy injusto tener que repetir el teórico y pagar otra vez por algo que no es culpa nuestra", dice Juan.

Imagen de archivo autoescuela
Alejandro asegura que desde su autoescuela intentan darle prioridad a aquellos alumnos que van más justos de tiempo, pero igualmente nada asegura que no se les vaya a caducar y que tengan que empezar de nuevo todo el proceso.
Aumento de suspensos
Desde hace más de una década, las autoescuelas han denunciado la escasez de examinadores, un problema que se ha agravado con el paso del tiempo. "Las autoescuelas pequeñas o medianas están asfixiadas, literalmente, por no poder examinar a suficientes alumnos cada ocho días", advierte Requena.
La acumulación de aspirantes ha hecho que los tiempos de espera para comenzar las prácticas se alarguen hasta tres o cuatro meses, un retraso que repercute no solo en la paciencia, también en la calidad de la formación y en los resultados de los exámenes.

Imagen de archivo examen de conducir
"El alumno al final se cansa también, deja de hacer prácticas, no quiere hacer las necesarias porque ya se le ha hecho larga la espera", lamenta la administrativa.
La consecuencia directa es un aumento en la tasa de suspensos: "Esto repercute en que la formación no puede ser como nosotros desearíamos y provoca más suspensos", añade.
El grande se come al pequeño
La distribución de plazas de examen no solo es insuficiente, sino que también ha puesto en jaque la viabilidad de muchos centros. "La autoescuela se va como desangrando mes a mes y estamos en una situación en la que es prácticamente irrespirable", explica Alejandro.
"La empresa muy grande se está comiendo a la muy pequeña", añade. "Las pequeñas o medianas están "asfixiadas", literalmente, por no poder examinar a suficientes alumnos cada ocho días", advierte Requena.

Imagen de archivo autoescuela
Los examinadores son funcionarios de la DGT, es decir, se someten a un proceso de oposición, pero esta no parece la solución y es que en cada convocatoria, se quedan plazas sin ocupar y tardan mucho en resolverse los procesos.
"Se convocan plazas, pero hasta que salen puede pasar medio año como mínimo" asegura el representante de la Federación de Autoescuelas.
En la última convocatoria de empleo, que tuvo lugar a final de 2024, "se ofrecieron 100 plazas para toda España y 90 más para interinos". Sin embargo, "el problema es que de estas 100, o estas 90, o estas 40, no todas se cubren", lamenta.
Un problema añadido: faltan profesores
Además, la falta de examinadores ha generado un nuevo problema: la escasez de profesores.
Y es que, muchos de los profesores de autoescuela pasan a ser examinadores, lo que disminuye el número de docentes "Llevo un año y medio buscando profesor de autoescuela y no encuentro. No hay manera. Es imposible", señala Alejandro.
Aunque se ha intentado impulsar la formación de nuevos docentes con la creación del grado superior de "Técnico de Movilidad Segura y Sostenible", la oferta sigue siendo escasa.
Por ahora, no hay una solución inmediata a la vista. Las autoescuelas siguen saturadas, los alumnos siguen esperando y la bola de nieve sigue creciendo.
"Si esto no cambia, cada vez va a ser peor. Más espera, más frustración, más suspensos y más problemas para todos", concluye Laura.