Vista general de la Torre Glòries y del sector financiero del 22@

Vista general de la Torre Glòries y del sector financiero del 22@ EUROPA PRESS

El pulso de la ciudad

Habla una moderadora de Meta tras el cierre en Barcelona: "El daño que hace este trabajo es para siempre"

Los trabajadores lidian con contenidos que muestran "las mayores bajezas de las que es capaz el ser humano", lo que hace "mella" en su salud mental

Sobre el cierre: Meta cierra su centro de moderación de contenido en Barcelona y deja en el aire el futuro de sus trabajadores

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Un trabajo "inaguantable", sobre todo a nivel psicológico y emocional. Los moderadores de contenido de las grandes plataformas y redes sociales son la segunda, pero gran línea de defensa, que bloquea el contenido ilegal o perjudicial para los usuarios en redes sociales como Facebook o Tiktok.

Son ellos, las personas invisibles tras la pantalla, las que evitan que circulen imágenes y videos de decapitaciones, pornografía infantil, zoofilia o asesinatos después de un primer filtrado hecho por una Inteligencia Artificial.

Servicio externalizado

Los gigantes virtuales, a su vez, delegan este trabajo a compañías externas, como es el caso de CCC (Telus), que este 3 de abril ha anunciado el cierre, de momento temporal, de las oficinas ubicadas en la Torre de Glòries de Barcelona.

En conversación con Metrópoli, una trabajadora de la compañía --que ha querido mantener su anonimato-- ha destacado las secuelas psicológicas que entraña el trabajo. Cuando entró a trabajar, a los pocos días se topó con un video en el que un hombre que "saltaba desde lo alto de un balcón quedaba con la cabeza atravesada contra un bolardo".

Oficinas en la Torre Glòries / MA

Oficinas en la Torre Glòries / MA

Se quedaron "grabados en su retina los espasmos post mortem del cadáver" de lo que era su primer metraje de suicidio. Siguieron más vídeos, "como el de un niño manteniendo relaciones sexuales con un burro, imágenes de cadáveres de bebés en avanzado estado de descomposición, pornografía infantil u otros tipos de contenido con violencia muy explícita".

Secuelas

A raíz de ello, comenzó a desarrollar un cuadro de ansiedad que le llevó a varios periodos de baja laboral y que se zanjaron con un brote psicótico que requirió de tratamiento.

Describe aquel episodio de la siguiente manera: "Comencé a escuchar voces. En todo momento sabía que salían de mi cabeza y era consciente que no eran reales, pero era como si una entidad externa me hablara, lanzando mensajes muy oscuros".

Daño permanente

También se intensificaron los pensamientos intrusivos y las pesadillas. "En cualquier momento me venían a la cabeza imágenes y videos que había visto y no me los podía sacar de la cabeza", lamenta.

Tiempo después, al alejarse del trabajo, con su debido acompañamiento psicológico, las voces han desaparecido. Los pensamientos, las pesadillas, la ansiedad se han reducido, pero no se han ido. "El daño y las secuelas que este trabajo te deja quedan para siempre", explica.

Torre Glòries de Barcelona / EFE

Torre Glòries de Barcelona / EFE

"No todo era malo. El ambiente era muy juvenil, la gente era buena. Teníamos acompañamiento psicológico una vez por semana y, si se necesitaba, más. Pero la carga y la presión era muy grande y, las contramedidas, "insuficientes", recuerda.

"Se presionaba al empleado para que cada vez viera más vídeos. Solo podíamos levantarnos 5 minutos por hora del asiento. Teníamos tiempo muy limitado para ir al baño y solo 20 minutos para comer. Era consumir y clasificar contenido sin parar", desgrana.

Horror enquistado

Para clasificar los vídeos, eran muchas las veces que "se tenía que visualizar un determinado vídeo más de una vez" en un contexto en el que "cada visualización se clavaba en la cabeza, enquistándose y saliendo en ese momento en el que todo se queda en silencio, justo antes de dormir".

La empresa también ponía a disposición de los empleados un fun floor, una planta en la que se impartían durante 45 minutos a la semana clases de meditación o yoga. También podían ir los trabajadores allí a leer, jugar a videojuegos y, en definitiva, desconectar.

Imagen de la Torre Glòries, localizado en un polo de empresas

Imagen de la Torre Glòries, localizado en un polo de empresas

Esos 45 minutos, si bien se agradecían, eran insuficientes para lidiar con la presión del trabajo y el horror de un "contenido que sacaba a relucir todo lo malo de lo que es capaz el ser humano".

Cierre de oficinas

Desde este jueves, 3 de abril, la compañía ha puesto a la plantilla bajo permiso retribuido y no pueden acceder a las instalaciones. La empresa ha notificado a la plantilla que ha sido "el cliente", es decir, Meta, quien ha tomado la decisión de prescindir de CCC (Telus) para la moderación de contenidos, según ha avanzado La Vanguardia.

Los trabajadores quedarán exentos de trabajar temporalmente, hasta que se concluya un periodo de negociaciones entre la misma compañía y el comité de empresa, arrojando luz al, por el momento, incierto futuro de los trabajadores