Audiencia de Barcelona
Una inspectora declara que la empresa moderadora de Tiktok incumplía la normativa laboral
La querellante detalló ante la jueza que la empresa exigía un nivel de cumplimiento del 95 al 98%, dejando un margen de error mínimo
Hasta 29 exmoderadores se querellan contra Meta en Barcelona por las secuelas de visionar imágenes violentas
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Una inspectora de Trabajo ha declarado este lunes ante la jueza que la empresa Majorel SP, moderadora de contenido de TikTok, incumplía la normativa laboral de forma flagrante, al no considerar los riesgos psicosociales de sus empleados.
El testimonio se produjo en el juzgado de instrucción número 9 de Barcelona, que investiga a cinco responsables de la empresa y a TikTok como responsable civil subsidiaria.
Además de la inspectora, han declarado la extrabajadora querellante y una excompañera suya.
Informe de riesgos psicosociales
La inspectora ratificó su informe sobre prevención de riesgos, en el que advertía que la empresa no contaba con un plan para evaluar los daños psicosociales derivados de la exposición diaria a vídeos violentos de TikTok.
Audiencia Provincial de Barcelona en imagen de archivo
El informe subraya que no se adoptaron medidas para proteger la salud mental de los trabajadores, y que hasta mediados de 2021 la compañía carecía de un departamento de bienestar (“wellness”), que sí estaba presente en empresas similares, como la encargada de contenidos de Meta.
Condiciones laborales denunciadas
La extrabajadora que declaró como testigo explicó que la empresa limitaba los descansos obligatorios de cinco minutos por hora, alegando que afectaban la productividad, y manipulaba los controles horarios para evitar inspecciones.
Los empleados tenían que revisar una media de 2.000 contenidos diarios, entre vídeos y publicaciones, muchos de ellos muy violentos, sin haber recibido formación previa sobre la tarea. Muchos desconocían al incorporarse que su labor sería moderar contenidos para TikTok.
Alta exigencia y riesgos psicológicos
La querellante detalló ante la jueza que la empresa exigía un nivel de cumplimiento del 95 al 98%, dejando un margen de error mínimo.
En su querella del 8 de abril, describió cuatro años revisando vídeos de asesinatos, pedofilia, decapitaciones y terrorismo en condiciones calificadas de “inhumanas e inaguantables”.
De origen alemán, la exempleada comenzó a trabajar en 2019 filtrando contenido en alemán y español, sin advertencia sobre la magnitud de la labor: debía visualizar entre 800 y 1.200 vídeos diarios, de hasta tres o cuatro minutos cada uno, lo que generaba graves riesgos para su salud mental, según su denuncia.
