Una escuela infantil en una imagen de archivo
Las trabajadoras de las escuelas infantiles de Barcelona 'gritan' contra la precarización en su empleo
Las empleadas municipales alertan de que someter a presión al colectivo pone en riesgo tanto a las trabajadoras como a los niños que cuidan
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Las trabajadoras de las escuelas infantiles públicas y de gestión municipal de Barcelona 'gritan' contra la precarización de su profesión. Las maestras han denunciado este lunes que la nula conciliación, las horas extra no remuneradas y el aumento de las ratios han endurecido las condiciones en un sector que, en los últimos seis años, ha disparado el absentismo en un 123%.
En una rueda de prensa en la sede catalana del sindicato CGT, las maestras de niños de entre 1 y 3 años, buscan presionar al gobierno municipal en el marco de una negociación de convenio colectivo que está por arrancar. Ya a inicios de verano, el sector estuvo a punto de iniciar una huelga que se salvó in extremis.
Sobrecarga laboral
"Sostenemos un trabajo de cuidados con unas condiciones físicas y psicológicas que hacen que caigamos enfermas, con unos equipos de trabajo que no dan abasto, un calendario que nos lleva al límite pero sin garantías reales de adaptar nuestros puestos cuando nos han roto y con dificultades de conciliar empleo y vida familiar", explican.
Se suma a este mapa general la dificultad de incluir en las aulas a cada vez más niños con necesidades especiales.
Nula conciliación
Durante la rueda de prensa, cuatro trabajadoras han explicado que no disponen, como otros trabajadores municipales, de los seis días de asuntos propios. "¿Cómo se supone que voy a llevar a mi hijo al médico si no tengo días para hacerlo?", se pregunta una de ellas.
Interior de una escuela infantil en Barcelona
Otra también ha lamentado la tensión que supone "permanecer siempre atenta a que en cualquier momento te llamen para coger una sustitución, sin poder planear tu vida ni a una semana vista".
Salud en riesgo
Una tercera trabajadora denuncia que, sufriendo de una patología en fase aguda, no se le permitió coger una nueva baja ni tampoco se le adaptó su puesto de trabajo. "Sabía que trabajar empeoraba mi salud física, pero no podía hacer nada", critica.
La Escola Bressol Guinardó de Barcelona
Con todo, reclaman la creación de 105 nuevos puestos de trabajo, lo que equilibraría la carga laboral y las ratios entre niños y cuidadoras. Y es que someter a presión y extenuación a las trabajadoras municipales redunda en un perjuicio que también sufren los niños.
"¿Y si llegado el momento y a causa de la presión, la inseguridad, el contexto... nos equivocamos y sufre daño algún niño?", plantean.