El Ayuntamiento acusa a Junts de querer "incendiar" el pregón

El Ayuntamiento de Barcelona ha acusado este miércoles a Junts per Catalunya de querer "incendiar" el acto de pregón de la Festa de la Mercè que tendrá lugar este jueves a las 19.00 horas en el Saló de Cent. Lo ha hecho a través de los regidores de Cultura y Seguridad, Jordi Martí Grau y Albert Batlle, respectivamente. Ambos han aprovechado la presentación del dispositivo de seguridad durante las fiestas para responder a los independentistas que previamente acusaban al consistorio de vetar una posible protesta contra Ada Colau durante ese acto.

Coincidiendo con una nueva y probable pitada como las que se han vivido durante las fiestas de Gràcia y Sants, el Ayuntamiento ha programado en la emblemática plaza el Toc d'inici de los festejos. La consecuencia: Sant Jaume estará cerrado durante cinco horas, de las 17.00 a las 22.00 horas, y solo podrán entrar los que tengan reserva para el espectáculo. Junts per Catalunya entiende que este movimiento responde a un intento de evitar otro abucheo contra la alcaldesa de Barcelona en Comú. El Ayuntamiento lo rechaza de plano y se aferra a las medidas sanitarias.

EL PROCICAT

"Lo hemos hecho por indicaciones del Procicat. Parece mentida que un grupo política que gobierna el país (Junts participa, junto a ERC, en el gobierno de coalición de la Generalitat) haga declaraciones como estas, que pretenden incendiar el momento que debe ser un espacio de celebración y festivo. Es de una irresponsabilidad manifiesta", ha cargado con dureza el responsable del área de Cultura del Ayuntamiento. Batlle ha suscrito las palabras de Martí y ha achacado a los independentistas que "busquen los tres pies al gato con temas que nada tienen que ver entre sí". 

Para Junts, la ciudadanía tiene derecho a protestar, "y los representantes políticos e institucionales tienen que asumir la crítica y la protesta. Pedimos al gobierno de Colau y Collboni que abran la plaza a todo el mundo que lo quiera; no se aíslen y escuchen el grito de la gente que rechaza la gestión del gobierno municipal y que pide acabar con la decadencia y la degradación de Barcelona" A pesar del veto municipal, la intención de los colectivos convocantes, entre ellos el sindicato de la Guardia Urbana CSIF, es protestar desde las calles adyacentes a Sant Jaume o desde la contigua plaza de Sant Miquel, otro de los accesos al Ayuntamiento