Dejen paso....
Calles estrechas y un grupo numeroso de turistas en bici. Una mala combinación que se ve demasiado a menudo en determinados rincones del barrio Gòtic, como en la calle del Vidre, que conecta la calle Ferran con la plaza Reial. Quizá se debería buscar una calle más ancha para evitar problemas a los viandantes.