Tortilla de patata de Mantequerías Pirenaicas

Tortilla de patata de Mantequerías Pirenaicas MP Barcelona

Gastro

El bar de tapas de Barcelona donde comer el mejor bocadillo de tortilla de patatas: abierto desde 1957

Bocadillos, tortillas, macarrones, huevos estrellados... el local que sabe a casa gracias a su honestidad culinaria

Parece un bar madrileño de los años 50, pero está en Barcelona: el restaurante con bocadillos 'gourmet' y tapeo

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Barcelona no solo es Gaudí, modernismo y playas. La capital catalana es también un paraíso para los amantes del tapeo y la buena mesa.

Entre terrazas concurridas, tabernas centenarias y bares de barrio con encanto, hay un lugar que se ha ganado un hueco en la historia gastronómica de la ciudad: Mantequerías Pirenaicas, fundado en 1957 y hoy considerado uno de los imprescindibles para disfrutar de una de las tortillas de patatas más celebradas y del que muchos califican como el mejor bocadillo de Barcelona.

Interior del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia, al estilo taberna

Interior del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia, al estilo taberna MP

El secreto del bocadillo más aclamado

Su creación estrella es el bocadillo de jamón ibérico con queso brie, una combinación aparentemente sencilla que se transforma en algo único gracias al cuidado en cada detalle.

El pan, procedente del histórico Forn Bou, se hornea cada 40 minutos para garantizar frescura y una corteza crujiente. Se restriega con tomate maduro, se añade un jamón ibérico de primera calidad y se funde el brie hasta lograr una textura melosa que se derrite en cada bocado.

Tortilla y bocadillos de Mantequerías Pirenaicas, que se sirven en Apriori / APRIORI

Tortilla y bocadillos de Mantequerías Pirenaicas, que se sirven en Apriori / APRIORI

El resultado: una flauta dorada, crujiente y jugosa que se ha convertido en un icono de la gastronomía local.

Tanto es así que en redes sociales abundan las fotos y reseñas de clientes que aseguran que este bocadillo justifica por sí solo una visita al local. No es raro que la cola empiece a formarse a la hora del vermut, un momento clásico en Barcelona para reunirse con amigos y compartir tapas.

Una barra donde manda la tortilla

Aunque el bocadillo es ya un clásico, la tortilla de patatas sigue siendo la reina de la casa. Suaves, jugosas y con el punto exacto de cocción, las tortillas de Mantequerías Pirenaicas se preparan en múltiples versiones que cambian a diario.

No hay carta fija: el equipo anuncia las tapas disponibles cada jornada, un detalle que recuerda a la cocina casera de antaño.

Tortillas del restaurante Mantequería Pirenaicas 

Tortillas del restaurante Mantequería Pirenaicas 

Además, en su barra se pueden encontrar croquetas melosas, macarrones de la abuela, pollo rustido o incluso guiños internacionales como el pato pekín, siempre con ese toque de cercanía que ha conquistado a varias generaciones.

Una tradición con sabor a barrio

El primer local abrió sus puertas en la calle Muntaner en 1957. Tras un parón en 2014, la familia de Miguel Puchol decidió rescatar el proyecto y darle nueva vida, siempre fiel a su esencia: calidad, precios ajustados y un ambiente de barrio.

Hoy, la firma se ha expandido a zonas como Gràcia, Mandri o incluso al El Corte Inglés de la Diagonal, donde siguen ofreciendo platos desde 2,90 €, un lujo en una ciudad donde la gastronomía puede alcanzar cifras desorbitadas.

Tortillas de Mantequerías Pirenaicas

Tortillas de Mantequerías Pirenaicas INSTAGRAM

En cifras, el grupo asombra: cada mes consume 11 toneladas de patatas y 11.000 barras de pan. Una magnitud que refleja el éxito de un modelo que no ha necesitado recurrir a inversores externos, manteniéndose fiel a su espíritu familiar.

Tapeo en Barcelona: una cultura que no pasa de moda

Barcelona vive el tapeo como parte de su identidad. Desde los bares de El Born hasta las tascas de Poble-sec o las bodegas modernizadas de Gràcia, salir a compartir tapas es tanto un acto social como gastronómico.

La tortilla, las bravas, las bombas o los calamares a la romana se mezclan con propuestas más contemporáneas que atraen a foodies de todo el mundo.

En este ecosistema diverso, Mantequerías Pirenaicas destaca por unir tradición, calidad y precios accesibles, algo cada vez más difícil de encontrar en una ciudad tan turística. Y lo hace sin artificios, con recetas de toda la vida que funcionan porque están bien hechas.

Macarrones gratinados del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia

Macarrones gratinados del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia MP

Un clásico renovado que sigue marcando tendencia

A casi siete décadas de su fundación, este bar de tapas se mantiene en plena forma. Su secreto no está en la innovación radical ni en la sofisticación extrema, sino en la honestidad culinaria: buen producto, ejecución impecable y precios populares.

En un momento en que Barcelona compite como destino gastronómico internacional con propuestas de alta cocina y estrellas Michelin, lugares como Mantequerías Pirenaicas recuerdan que el verdadero lujo puede encontrarse en algo tan sencillo como un bocadillo de jamón ibérico y queso brie servido en una barra de barrio.

Una tradición que empezó en 1957 y que hoy, más viva que nunca, sigue demostrando que el tapeo en Barcelona no es solo una costumbre: es un patrimonio cultural.