Un bar de Gràcia, cerrado por culpa del incendio en las fiestas
Los propietarios inician las obras para rehabilitar el negocio que quemaron unos vándalos
6 octubre, 2019 00:00Noticias relacionadas
El bar Tarbush es uno de los pocos que cuenta con terraza en la calle Torrent de l’Olla. Sin embargo, a raíz de las fiestas de Gràcia, se vio obligado a cerrar. Y el verano no ha regresado todavía a este bar situado al inicio de la calle Llibertat. Tal como informó este medio, la madrugada del 20 de agosto un grupo de desconocidos quemaron parte del decorado. El fuego ardió rápidamente y unos 40 metros de la calle se calcinaron, aunque afortunadamente nadie resultó herido. La fachada del edificio donde se encuentra Tarbush se vio gravemente afectada, y quedó –literalmente– de color negro como el carbón, con la persiana y los aires acondicionados inservibles.
El Ayuntamiento de Barcelona, según ha explicado a Metrópoli Abierta, se encargó de realojar a los vecinos de la planta superior, donde también llegaron las llamas. Días más tarde, los Mossos d’Esquadra notificaron una reincorporación tras haber realizado las tareas de ventilación pertinentes. No obstante, el bar no corrió la misma “suerte”: ha tenido que recurrir a su aseguradora para rehabilitar su negocio que, tal como se aprecia en las imágenes, ha quedado destrozado. Desde entonces, todavía no ha reabierto al público, y va para largo.
LOS VECINOS COLABORAN CON LOS PROPIETARIOS
Los trabajadores de la obra han indicado a este medio que justo esta semana han emprendido la reconstrucción. Los vecinos de la calle, por su parte, han ofrecido total colaboración a los propietarios –de origen chino– para que este mal trago termine cuanto antes. Dentro todavía quedan los botes de kétchup y mayonesa, como señal de que el fuego llegó en un momento inesperado.
Este medio ha tratado de contactar con la familia que regenta el bar Tarbush de Gràcia, pero ha sido imposible. “A mí, hace años, me pasó lo mismo”, cuenta el propietario de un taller de reparación de motos ubicado en la misma calle. “Por eso decidí blindarme las puertas y así no jugármela más”, añade.
LAS CALLES SE UNEN CONTRA INCIVISMO
El incivismo y –por ende el vandalismo– es una de las principales preocupaciones dentro de la comisión de fiestas del barrio. Año tras año, varias calles se ven afectadas por los actos irrespetuosos de algunos asistentes que no entienden las horas de dedicación que se ocultan tras el decorado. Después del triste incidente, el resto de calles se solidarizaron con Llibertat mediante carteles bajo el mensaje “estamos quemados” y paralizando las actividades durante una hora.
En la edición de 2019, la calle Llibertat contaba con Atlántida, una recreación del mundo marino donde el azul era el color predominante. Esta calle ganó el premio a la mejor engalanada el año pasado por su vistosa y completa granja.