Los vecinos del barrio de la Salut se quedan sin autobuses por culpa de la masificación turística. No es algo nuevo. El problema perdura desde hace años, pero en los últimos meses ha llegado su límite. El pasado sábado, 21 de octubre, se manifestaron para exigir mejoras en el transporte público, ya que las líneas que operan en la zona están completamente congestionadas por culpa de los visitantes del Park Güell. Metrópoli ha podido hablar con la plataforma Recuperem la Salut, que ha explicado las dificultades de movilidad que atraviesan las más de 13.123 personas que viven entre sus calles.
Para entender el conflicto hay que tener en cuenta la orografía tan peculiar de este barrio de Gràcia. Está situado entre el Carmel y el Turó de la Rovira, convirtiéndose en un lugar con muchas pendientes pronunciadas. Según los datos estadísticos del Ayuntamiento de Barcelona, el 25% de sus vecinos tienen más de 65 años, lo que se traduce en un índice de envejecimiento del 187,4.
LAS POLÉMICAS OBRAS DE LA BAIXADA DE LA GLÒRIA
Actualmente, el consistorio municipal está trabajando en la remodelación de la Baixada de la Glòria, una polémica reforma ideada por el exconcejal Eloi Badia que pretende sustituir las antiguas escaleras mecánicas para mejorar la movilidad del vecindario. Está previsto que las construcciones acaben en diciembre, mientras que las tareas de reurbanización finalizarán en octubre del año que viene.
La Baixada de la Glòria tiene un desnivel del 30% y la reforma era más que necesaria. No obstante, las asociaciones vecinales alertaban de que el proyecto del exregidor de los comunes estaba lleno de lagunas, ya que contaba con escaleras de subida, pero no contemplaba la mecanización para las bajadas, algo indispensable para los vecinos de la tercera edad y aquellos que con movilidad reducida. Tras muchas negativas, Urbanismo acabó dando luz verde a las peticiones de los afectados.
SIN SERVICIO DE TAXI GRATUITO
Para que los vecinos se pudieran desplazar a sus casas durante las obras, el Ayuntamiento de Barcelona les ofreció taxis gratuitos, pero el servicio era infrautilizado y los demandantes aseguraban que era muy complicado pedirlos. Recientemente, el proyecto ha llegado a su fin: la empresa no ha renovado el contrato y los residentes no tienen otra alternativa que volver andando a sus casas.
La Baixada de la Glòria es solo la punta del iceberg de los problemas que hay en la Salut. El principal conflicto al que se enfrentan sus habitantes es la falta de autobuses, colonizados por los turistas. El transporte público de la zona es diferente al resto de Barcelona, ya que sus calles estrechas, subidas y bajadas, provocan que las medidas de los autobuses sean notablemente más reducidas. Esto no sería un problema si no hubiera una media diaria de 11.506 personas que visitan el Park Güell, ubicado en la parte más alta del barrio. La manera más sencilla de llegar al famoso parque de Antoni Gaudí es a través de la línea 116 que, a su vez, es la que necesitan los vecinos de la Salut.
'LA LÍNEA 116 ESTÁ ABSOLUTAMENTE COLAPSADA'
El recorrido que hace este autobús de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) es desde la plaza de Joanic hasta la avenida del Coll del Portell con la Baixada de la Glòria. En las paradas del Park Güell y la rambla de Mercedes la afluencia turística colapsa el transporte público y son muchos los residentes que no pueden utilizarlo. "Tenemos un problema brutal. Las características orográficas de la Salut son muy complicadas y la línea 116 está absolutamente colapsada. Hay días que en la plaza de Joanic ya se llena y los vecinos no se pueden subir", lamenta Rosa Anguas, representante de la plataforma Recuperem la Salut y miembro de la asociación vecinal del Park Güell-La Salut-Sanllehy.
Las fuentes vecinales consultadas explican que muchos de estos turistas ni siquiera pagan el billete, además de formar largas colas de entre 40 y 50 personas en las paradas."La gente mayor necesita el transporte público para ir al supermercado, pero esto se ha convertido en un monocultivo turístico. Los domingos solo hay dos autobuses y la movilidad en el barrio es un espanto", reitera Anguas.
UNA RECOGIDA DE FIRMAS PARA SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE MOVILIDAD
Teniendo en cuenta la situación, las asociaciones vecinales del Coll y la Salut se han aliado para hacer una recogida de firmas pidiendo al consistorio municipal que solucione los problemas de movilidad de la línea 116. También exigen mejoras en la línea 87, que tiene que desviar su recorrido por las polémicas obras de la Baixada de la Glòria.
Desde Recuperem la Salut han pedido en múltiples ocasiones que pongan más refuerzos en la línea 116, pero el Ayuntamiento de Barcelona "dice no tener presupuesto para ello". "Esto es muy relativo, ya que tienen muchos autobuses turísticos", añade la entidad. El sábado, 21 de octubre, una cincuentena de vecinos se manifestaron para denunciar los problemas de movilidad que hay en el barrio. Exigían entornos escolares seguros, la supresión de la parada de taxis, que la línea 116 vuelva a ser de los vecinos y la eliminación de un mirador turístico que se quiere construir en las inmediaciones del Park Güell.
El Ayuntamiento de Barcelona, recientemente, ha sacado un concurso público para la construcción de un mirador en la avenida del Coll del Portell y los vecinos de la Salut temen que intensifique la afluencia de visitantes. A los problemas de movilidad y masificación hay que sumarle la constante presencia de taxistas y VTC, que colapsan las calles del barrio. Solo hay una parada en la rambla de Mercedes, que no solo obstaculiza la circulación, sino que provoca ruidos constantes a cualquier hora del día.
Metrópoli ha contactado con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) para conocer su visión de los problemas de movilidad que hay en el barrio de la Salut, pero a fecha de publicación no ha obtenido respuesta.