La discoteca Almo2bar de la Vila de Gràcia en una imagen de archivo en Barcelona
Los vecinos de Joanic, hartos de una conocida discoteca de Barcelona: “He ido a hoteles para poder dormir”
Los residentes aseguran que cada fin de semana la zona se convierte en una situación "insostenible" de música y gritos que no cesan hasta el amanecer
Noticias relacionadas
- Piden siete años de prisión para un auxiliar de seguridad por violar a una joven en la discoteca Apolo
- Reabre una de las discotecas más emblemáticas de Barcelona: han actuado artistas como Marshmello y David Guetta
- Piden hasta 60 años de cárcel para seis hombres por violar en grupo a una joven con discapacidad en Rubí
Hartazgo vecinal entre los vecinos del entorno de la plaza Joanic de Gràcia. Los residentes de esta zona del barrio de la Vila de Gràcia han denunciado las molestias que genera la actividad de la popular discoteca Almo2bar, situada en los bajos de un bloque de pisos de la calle Bruniquer, 59.
Según han explicado varios residentes de la zona, el local es un foco de "ruido intenso" que les impide dormir por la música de los conciertos y las fiestas que se celebran de jueves a domingo hasta altas horas de la madrugada.
"El ruido sube hacia los pisos. Retumban las habitaciones y es imposible descansar cuando abren por las noches", explica Laura Aguirre, una vecina que vive en el bloque de pisos donde se ubica el local de ocio nocturno.
"Hay momentos en los que está rebosando de ruido. Sufrimos maltrato por la noche, me levanto con el cerebro agotado", lamenta. "Es una situación realmente desagradable que hace tiempo que acontece. Es insoportable", añade la vecina.
Cartel de la discoteca Almp2bar de Barcelona
Ruido en el exterior
"Las noches del viernes y del sábado son muy molestas por el ruido que hacen", lamenta otra de las vecinas, que prefiere mantener el anonimato. En su caso, su vivienda está situada sobre los accesos de la discoteca. "No escucho tanto la música, sino cuando entran y salen por las escaleras", explica.
"De repente te levantas sobresaltada. Las noches del fin de semana tengo que cambiar de cama e irme a la que menos me molesten", añade.
Asimismo, asegura que le genera molestias incluso cuando bajan la persiana con el amanecer. "A las cinco de la mañana sacan la basura y escuchas como lanzan de golpe todas las botellas de cristal. Hacen un ruido tremendo", relata.
Pagar hoteles para evitar el ruido
Aguirre asegura que, en ocasiones, hasta ha optado por pagar hoteles durante los fines de semana para alejarse del ruido de las noches de los fines de semana. "He llegado a irme algunos findes de semana a un hotel y a monasterios para poder dormir".
Incluso se ha planteado vender su piso. "Cuando lo compré no me dijeron la verdad. Pregunté si había ruido y siempre me aseguraron que la discoteca no daba problemas", asegura. "No me lo hubiese comprado si lo llego a saber. Estoy pasando un calvario. Pensé en vender mi piso hace un año, pero no puedo irme a otro sitio", lamenta.
Imagen de archivo de la plaça Joanic de Gràcia en Barcelona / ARCHIVO
Denuncias ante el Ayuntamiento
Vecinos de la zona han asegurado a este digital que han presentado reiteradas quejas ante el Ayuntamiento y los mismos propietarios del negocio. Las resoluciones municipales, lamentan, son las mismas: "Dicen que cumplen con la normativa".
En este último año, según han explicado a Metrópoli, han interpuesto "numerosas" denuncias y quejas al Ayuntamiento, de las que, explican, no han recibido respuestas. De hecho, una de las vecinas envió hasta el Síndic de Greuges.
El trato ha sido distinto cuando se han dirigido a los dueños del local. "Me trataron de loca y de que me inventaba todo. Siempre intentaba resolver con ellos los problemas, hasta que me respondieron de malas formas", relata Aguirre. "Se medio burlan", apunta también otra de las vecinas con las que ha podido hablar Metrópoli.
Insonorización del local
El local recibió una resolución desfavorable por parte del Ayuntamiento por incumplir la normativa de ruido en 2016 tras las denuncias de algunos vecinos. En aquel momento los dueños de la discoteca se vieron obligados a insonorizar la discoteca.
"No es suficiente. La insonorización no es como tiene que ser", asegura Aguirre. Aunque reconoce que el nivel de ruido y molestias ha disminuido, denuncia que sigue siendo difícil dormir por las noches de apertura. "Si hubiera seguido con ese ruido hubiera muerto", sentencia.
Interior del local de Grup Almodobar en Gràcia
Además, denuncian que tampoco se ha conseguido poner fin al ruido que generan los clientes al salir del local. "Hay cientos de llamadas registradas en el 112. A veces viene la Guardia Urbana, pero no se toma ninguna medida seria", asegura una de las residentes.
Derecho a dormir
"Por el supuesto disfrute nocturno de unos pocos, somos los vecinos los que suframos alteraciones en el sueño e inseguridad", lamenta Aguirre. "Estos locales nocturnos deberían estar en las afueras de la ciudad o en edificios donde los vecinos no pernocten. Necesitamos descansar", reclama en conversación con Metrópoli.
"¿Qué hace una discoteca así en el centro de la ciudad?", se pregunta Aguirre. "Una cosa son los ruidos de las fiestas de Gràcia una semana al año, y otra es tener que soportar tres o más noches cada semana con esta tensión y despertarte sobresaltada a las cinco de la mañana por el retumbe o los gritos. Es un tema grave", finaliza.
Metrópoli se ha puesto en contacto con la discoteca Almo2bar. Al cierre de la presente edición no ha dado respuesta a ninguna de las preguntas formuladas por este digital acerca de las quejas y denuncias de los residentes.