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El CE Europa no pierde la esperanza de seguir en el Nou Sardenya. El club de la Vila de Gràcia ha solicitado una medida cautelar tras su presentar un recurso ante la Audiencia Nacional para evitar su salida a Can Dragó a partir del 15 de enero de 2026, fecha en la que expira el límite fijado por la normativa de la RFEF.

La entidad escapulada pretende que la justicia permita mantenerse en su estadio mientras el tribunal estudia el fondo del caso, un procedimiento que podría dilatarse durante varios meses. Fuentes del club apuntan a Metrópoli que esperan una respuesta del juzgado durante este mes de diciembre, aunque reconocen que la decisión depende íntegramente de los tiempos que marque la propia Sala.

Desde el club defienden que hay "muchos argumentos" para sostener su posición. Apuntan a que tanto la FIFA como la UEFA permiten disputar competiciones oficiales en césped artificial siempre que cumpla los estándares técnicos establecidos.

El club defiende, además, que una superficie sintética homologada puede ofrecer un rendimiento más uniforme e incluso resultar menos lesiva que un césped natural en mal estado. En este sentido, la entidad sostiene que la prohibición actual no responde a criterios deportivos objetivos y que el Nou Sardenya reúne todas las garantías para acoger fútbol de primer nivel estatal.

El estadio del Nou Sardenya en una imagen de archivo Òscar Gil Coy

El origen del conflicto

El recurso llega después de que el Consejo Superior de Deportes rechazara intervenir en la disputa generada por la exigencia federativa de que todos los equipos de Primera RFEF compitan sobre césped natural. El Nou Sardenya, histórico feudo del futbol graciense, cuenta con superficie artificial, lo que obligaría al Europa a mudarse a Can Dragó si no obtiene amparo judicial.

La directiva considera que este cambio supondría un perjuicio deportivo importante. Además de perder el apoyo y la singularidad de su estadio, que han convertido en un fortín, el club denuncia que la competición quedaría desequilibrada: varios rivales ya han jugado en el Nou Sardenya, mientras que la segunda vuelta se disputaría en un escenario completamente distinto.

Un fortín en riesgo

El equipo vive un momento dulce en la categoría. Recién ascendido, el Europa se ha consolidado en la zona alta del grupo y mantiene una racha impecable en casa: siete partidos, cinco victorias y dos empates. Entre los derrotados figuran clubes de peso como el Nàstic o el Sabadell, que vieron truncadas sus buenas dinámicas en el coliseo graciense.

El estadio del Nou Sardenya en Barcelona Metrópoli

De cara al calendario inmediato, la incógnita es especialmente relevante. Al Europa solo le restan dos compromisos domésticos antes del límite del 15 de enero —Antequera y Alcorcón—, pero podría verse afectado un duelo clave: la visita del Atlético de Madrid B, actual líder y uno de los encuentros más esperados por la afición.

Decisión inminente

La Audiencia Nacional deberá pronunciarse en los próximos días sobre la medida cautelar. Si se concede, el Europa podrá continuar en el Nou Sardenya mientras se tramita el recurso principal. Si no, el club deberá ultimar su mudanza temporal a Can Dragó, con el consiguiente impacto deportivo y logístico.

El Ayuntamiento ya ha iniciado las obras de reforma de las instalaciones deportivas de Nou Barris, donde se va a substituir el césped natural y se van a instalar gradas para 3.000 personas con el objetivo de cumplir con los requerimientos del reglamento de Primera RFEF. El consistorio ha invertido más de un millón de euros en los trabajos de reforma, que deberán culminar antes del 15 de enero, fecha límite en caso de que no se conceda la cautelar. 

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