La presión policial en Barcelona por el estado de alarma ha llevado a numerosos toxicómanos a instalarse en las calles del barrio de La Mina para procurarse droga, por lo que el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs ha pedido a la Generalitat un espacio para poder aislarlos.

Tal como denuncian los vecinos, las estrictas restricciones de movimiento por el estado de alarma no sólo no han calado en todos por igual, sino que se han convertido en un efecto llamada para muchos drogodependientes que se aglutinan ahora en La Mina, donde la presencia policial es menor que en otros puntos y el tráfico no ha cesado.

FOCO DE CONTAGIO DEL CORONAVIRUS

"Suben a las casas, compran la droga y se meten en escaleras y porterías para consumirla", han alertado algunos moradores, quienes temen que este vaivén de personas se convierta en un foco de contagio de coronavirus: "Es un riesgo para todos los vecinos porque no llevan ninguna medida de protección, ni máscaras, ni guantes, ni nada", han lamentado.

Desde las calles del barrio aseguran que el movimiento de toxicómanos es más reducido que antes de la emergencia sanitaria, pero denuncian que "siguen estando ahí", a escasos metros de los inquilinos, la mayoría de los cuales, recuerdan, son personas mayores y enfermas.

RECLAMAN MÁS PRESENCIA POLICIAL

Los vecinos reclaman más presencial policial y se quejan de que las autoridades "no se lo tomen en serio": "No se le está dando la importancia que tiene". Por todo ello, el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs ha solicitado a la Generalitat un equipamiento para confinar a este colectivo y ha pedido la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para desinfectar los edificios Venus y Saturno, en los que viven medio millar de familias en condiciones de insalubridad.

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