Ada Colau gobierna en Barcelona con el apoyo del PSC. Comunes y socialistas suman 18 de los 41 concejales del Ayuntamiento y se benefician de una oposición muy tibia liderada por ERC, el partido más votado en las elecciones municipales del 26 de mayo. En el Área Metropolitana de Barcelona el PSC es la formación mayoritaria y muchos alcaldes socialistas discrepan de la gestión de Colau, presidenta de esta entidad supramunicipal que reúne a 36 municipios. Entre ellos, tres de los cuatro más poblados de Cataluña: Barcelona, L’Hospitalet y Badalona.

Las severas restricciones de Colau contra los vehículos motorizados, sus deseos de remunicipalizar algunos servicios básicos, la moratoria hotelera y una mirada poco metropolitana de Barcelona son las principales quejas de los alcaldes y alcaldesas del PSC entrevistados por Metrópoli Abierta.

Antonio Balmón, alcalde de Cornellà y vicepresidente ejecutivo del AMB, también ha activado medidas para reducir la contaminación y pacificar su ciudad con nuevos espacios verdes. Sin embargo, introduce un matiz respecto a las políticas de Colau. “Queremos espacios verdes sin agredir al coche”. Balmón define el AMB como “un espacio de consenso, un contrapoder y un lobby de presión”.

LOS BARCELONESES TAMBIÉN CONTAMINAN

Sabadell no forma parte del AMB, pero su economía está estrechamente relacionada con Barcelona. Marta Farrés, la alcaldesa, es posiblemente la más crítica con las políticas de movilidad de Colau. “Nos gustaría que Barcelona nos tuviera más en cuenta. Ahora que tanto se habla de las entradas a Barcelona y de la contaminación, no se puede tomar una decisión unilateral. Deben intervenir todos los municipios afectados porque hay muchos desplazamientos de la capital hacia el Vallès que también contaminan. Las ciudades no tienen muros, y mucho menos el aire y la contaminación”.

Farrés, que gobierna en Sabadell con el apoyo de Podemos, se postula como “una alcaldesa mucho más pragmática que Colau” y pide que “Barcelona mire más allá de la propia Barcelona y trabaje para las ciudades que estamos cerca”. También se posiciona a favor de una “alianza global” con la capital catalana.

MÁS ESTACIONES DE METRO

La gestión de la movilidad interesa a todos los alcaldes del AMB, preocupados por mejorar las conexiones con Barcelona. Mientras los barceloneses están molestos por los retrasos en las líneas 9 y 10 del metro, algunas poblaciones vecinas reclaman más estaciones del suburbano. Es el caso, por ejemplo, de Esplugues de Llobregat.

“Es imprescindible que la línea 3 del metro tenga una parada en Sant Joan de Déu, un hospital de tercer nivel, y referente en toda Europa”, remarca Pilar Díaz, alcaldesa de esta población del Baix Llobregat, que también pide una segunda estación nueva para conectar el centro de Esplugues con Barcelona. Díaz asegura que Colau solo tiene una mirada metropolitana “parcial”.

Hospital de Sant Joan de Déu, en Esplugues



EL NORTE, MÁS POBRE

Àlex Pastor, ex alcalde de Badalona (presentó la dimisión tras encararse con los Mossos después de conducir en estado ebrio en Barcelona, en pleno estado de alarma), también reclamaba dos estaciones de metro en su ciudad. Una en Montigalà y otra en Bufalà. Pedía una mejor conexión y conectividad con Can Ruti y recalcaba que la movilidad debe gestionarse “globalmente”. Las principales fuerzas políticas del consistorio badalonés, asimismo, denuncian que los principales municipios del Barcelonès Nord reciben menos atenciones por parte de Barcelona que las poblaciones del Llobregat, como L’Hospitalet, Cornellà y Esplugues. Estas poblaciones han tenido una estabilidad política en los últimos años que no se ha dado en el caso de Badalona, hecho recientemente denunciado por Xavier García Albiol (PP), el candidato más votado en las elecciones municipales de Badalona desde 2011.

Joan Callau, alcalde de Sant Adrià del Besòs, comparte la sensación de que los municipios del Besòs reciben menos ayudas que los del Llobregat. “En el Barcelonès Nord hay una concentración de barrios con una alta conflictividad que requiere una implicación real. A Barcelona le falta empuje y liderazgo”, asegura Callau.

DEUDA POR LA MINA

El primer edil de Sant Adrià también acusa a Barcelona de tener “una deuda histórica” con su población por la Mina, uno de los barrios más conflictivos del AMB, con altos índices de drogadicción y pobreza. “Voy detrás de Colau para que se implique, pero me cuesta mucho. A veces no he encontrado la receptividad necesaria”, insiste Callau.

Bloque de viviendas de La Mina, en Sant Adrià del Besos 



El incremento de los delitos en Barcelona preocupa mucho a algunos alcaldes de poblaciones vecinas. Sant Adrià, posiblemente, es la población que más padece los problemas de la capital. Al menos, eso opina Callau. “Lo malo que expulsa Barcelona llega a Sant Adrià”. El alcalde, no obstante, aplaude que Albert Batlle sea el concejal responsable de Seguridad en Barcelona: “Con él me entiendo mejor que con los comunes”.

EL PRAT, MÁS DELITOS QUE EN BARCELONA

El Prat de Llobregat, líderado por Lluís Mijoler (El Prat en Comú), es la única población que registra más delitos que Barcelona, según las últimas cifras desveladas por el Ministerio del Interior. En 2019, en la Ciudad Condal se registraron 122 infracciones pensales por cada 1.000 habitantes, mientras que en la población del Baix Llobregat la cifra ascendió a 168 infracciones penales. Con una población de 64.599 habitantes se registraron 10.862 delitos.

Los municipios del área metropolitana gobernados por el PSC también se desmarcan de los deseos de Colau y de Eloi Badia de remunicipalizar el servicio del agua. “Yo no comparto la visión de Badia con el agua ni en otras materias. En L´Hospitalet valoramos distintas propuestas y modelos, y llegamos a la conclusión de que el sistema actual es el mejor. También pasó con el sistema para la recogida de la basura. Soy una defensora de la colaboración público-privada. La empresa privada genera riqueza y puestos de trabajo, que pueden ser orientados desde la administración pública. Con colaboración, todos ganamos”, sostiene Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet y presidenta de la Diputació de Barcelona. Balmón, por su parte, declina pronunciarse sobre Badia, vicepresidente también del AMB.

EL AGUA NO SE TOCA

Callau incide en el tema: “En los años que llevo como alcalde de Sant Adrià, nunca he tenido que hablar con los vecinos de problemas de suministros. Aigües de Barcelona es la compañía que mejor cuida los fondos sociales para la pobreza y hemos de buscar el mejor servicio posible. No creo en las imposiciones”.

Antonio Balmón, el alcalde de Cornellà, siempre se ha posicionado en contra de los procesos de remunicipalización. “El Área Metropolitana de Barcelona ha ganado una sentencia que yo impulsé con mucha más gente. Mi posición es evidente. Promovimos una solución para buscar una respuesta a la gestión del agua”, proclama el vicepresidente del AMB.

LA MORATORIA HOTELERA

En el área metropolitana, no obstante, algunos alcaldes aseguran que la falta de sintonía de Colau con el sector empresarial puede tener un impacto positivo para sus localidades. Y ponen como ejemplo la moratoria hotelera. En Badalona, por ejemplo, la ciudad ha diseñado la construcción de un hotel en el puerto y otro al lado del Màgic.

Hotel Hesperia Tower de L'Hospitalet de Llobregat



Las alcaldesas socialistas también discrepan con Colau en la gestión de la prostitución. Mientras las primeras se declaran abolicionistas, en sintonía con el PSC y el PSOE, la primera edil de Barcelona y los comunes abogan por el regulacionismo. “Somos abolicionistas convencidas porque queremos liquidar todas las actuaciones contrarias a los derechos humanos”, declara Díaz.

Núria Parlón, la alcaldesa de Santa Coloma, también se desmarca de los postulados de Colau y los comunes: "La prostitución no puede ser un empleo".

Las políticas de vivienda de Colau y su rechazo a la ampliación del aeropuerto de El Prat son otros asuntos que suscitan diferencias políticas entre los socialistas y los comunes. "En Sabadell tenemos una empresa mitxa de vivienda que funciona desde hace muchos años", explica Farrés, convencida de que su población puede beneficiarse también de la "saturación del aeropuerto de El Prat". Los dirigentes del PSC, asimismo, reprochan la escasa sintonía de la alcaldesa de Barcelona con los principales sectores económicos de la ciudad.

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