“Cosas veredes amigo Sancho que non crederes”. Esta frase se atribuye al Quijote, pero en el libro de Cervantes no existe. Dicen que los entendidos que se puede encontrar algo parecido en el Cantar del Mio Cid, pero tampoco la frase es literal. Desde ayer, esta frase se puede aplicar con todo el sentido en Badalona. ¡Ver para creer! Después de diez días de desencuentros, desconfianzas, recelos, el conjunto de partidos que tenía en su mano evitar que García Albiol volviera a coger la vara de mando de la ciudad se abocó al ridículo. Una vez al borde del precipicio, todos dieron un paso adelante.

El líder del PP mantuvo durante todos estos días una estrategia prudente. Reivindicar su victoria en las elecciones de 2019, ensalzando la legitimidad de los resultados y no meterse en demasiados jardines. Cualquier cosa que dijera podría hacer que cuajara la argamasa de un pentapartito que le volviera a descabalgar de la alcaldía. Por eso, optó por un moderado silencio. Y ha ganado.

El papel del conjunto de partidos ha sido patético. En algunos casos, miserable. Los socialistas, conscientes de la situación, hicieron cesiones. Tenían la alcaldía por cuatro años y aceptaron repartirla. Movieron pieza. El lunes por la noche habían alcanzado un acuerdo sustentado por el PSC, ERC, Badalona en Comú y JxCAT. La CUP, el independentismo anticapitalista, no se dignó a firmar el documento. Querían la alcaldía y punto. Su líder Dolors Sabater ni siquiera quiso consultar a su militancia. No quería arriesgarse a perder. Prefería que el líder popular llegara a la alcaldía antes que pactar con los socialistas. Quizás en el subconsciente de la supuesta líder de la CUP reinaba otra opción. Gestionar la crisis, el día después de la pandemia le venía grande y prefería que lo hiciera García Albiol.

La izquierda “badalonina” ha firmado su propio réquiem de vergüenza. Albiol vuelve a la alcaldía y no se puede menospreciar su gestión que goza de amplio respaldo popular. El líder de JxCAT lo dejó bien claro en un vídeo que corría hace unos días. “Si Xavier García Albiol llega a la alcaldía, mucha ciudadanía pura lo percibirá que lo puede hacer mejor y puede ser que en 2023 arrase y saque una mayoría absoluta” y se preguntaba “¿nos podemos permitir el lujo de que Xavier García Albiol gobierne?”

Pues a tenor del resultado del pleno municipal, sí. Sobre todo, Dolors Sabater, que tras sus negativas a cualquier acuerdo lo ha hecho posible. Sus negativas con sólo cuatro concejales a sus espaldas. Después de esto, en Badalona, la izquierda se lo tiene que replantear y lo primero que debería hacer es poner en boga un remake del “Váyase, señor González” de Aznar. “Váyase, señora Sabater”, por el bien de los ciudadanos y ciudadanas que votan izquierda en Badalona. Porque Dolors Sabater tiene la responsabilidad de evitar un acuerdo de la izquierda, hacer alcalde a García Albiol, por dejación de responsabilidades. De momento, en este segmento de la población, ha causado perplejidad. Cosas veredes que non crederes.