La empresa Cidac, donde murió Xavier Cayuela, un joven de tan solo 19 años, está de nuevo en el punto de mira. Tras la tragedia, Inspección de Trabajo acreditó graves déficits en los sistemas de seguridad y "un claro riesgo laboral", por lo que le impuso la infracción más alta. Este miércoles, 16 de febrero, UGT hizo pública otra sanción impuesta por Inspección a Cidac: Esta vez por irregularidades laborales

La segunda sanción viene a raíz de la denuncia de Salvador, uno de los trabajadores que más relación tenía con Xavi. El afectado se cogió la baja desde el día del accidente por problemas psicológicos y, a raíz de las irregularidades que detectó en la empresa, presentó otra denuncia a Inspección de Trabajo.

SANCIÓN DE 12.000 EUROS

Salvador denunció la vulneración total de los derechos del trabajador: "Se hacían jornadas de hasta 14 horas al día, se abusaba de las horas extras y había muchos pagos por debajo del salario mínimo", asegura. Este miércoles, el empleado recibió el informe de Inspección del Trabajo en el que se corroboraban las mencionadas irregularidades. El director territorial de Inspección de Trabajo fijó una sanción de 12.000 euros, además de los impagos previos.

Así, Cidac está obligado a regularizar sueldos en función de la categoría, dado que "los trabajadores cobraban el sueldo de categorías inferiores", denuncia Salvador. La fábrica de Cornellà deberá compensar los impagos a los trabajadores desde 2016. 

Se trata del segundo mazazo que recibe la compañía de producción de caucho en pocos meses. No obstante, para muchos estas sanciones se quedan cortas. Es el caso de Francisco Marín, el tío de Xavier, el chico de 19 años que murió en la fábrica el pasado 30 de abril. Ese día, una máquina "engullió" al joven y acabó con su vida. Para Marín, no hay sanción económica que valga. "Lo indignante es que siga abierta. Lucharemos para que los responsables paguen por lo que na hecho", asegura. 

Exterior de la fábrica Cidac en Cornellà, donde falleció un joven de 19 años mientras trabajaba / GOOGLE MAPS

"UN NÚMERO MÁS"

Joan Ros, un joven de 21 años que trabajó en Cidac durante poco más de tres meses, relató a Metrópoli su experiencia en la fábrica textil cuando hacía menos de un mes de la muerte de Xavi. "Trabajaba en unas circunstancias extremadamente duras", afirmó, consternado aún por lo sucedido. En su caso, acudió a la empresa a raíz de un conocido. Según su testimonio, no le exigieron ningún tipo de formación y "a los dos días" ya estaba trabajando "con total normalidad".

Ros, que dejó de trabajar en la fábrica porque le echaron, explica que sus compañeros más veteranos describían el día a día en Cidac "como si fuese la mili". Recuerda que las jornadas eran "muy agotadoras" y que los empleados eran "números" que funcionaban "como una máquina más". No obstante, él asegura que trabajaba "lo mejor que podía" pese a las circunstancias.

Manifestantes frente a la fábrica donde murió Xavi, un joven de 19 años en Cornellà / CGT

AMENAZAS DE LA EMPRESA 

Según CGT Cataluña, la empresa amenazó a extrabajadores de Cidac para que no explicaran la situación de la empresa. El sindicato, que es el que ha dirigido durante meses las concentraciones en apoyo a la familia y al entorno de Xavi, describe a la patronal como "mafiosa" y "asesina".

Pese a estas supuestas advertencias por parte de los responsables de la fábrica, que no han querido hacer declaraciones a este medio, cada vez son más los empleados que abren procesos legales contra la empresa y que revelan las condiciones laborales. 

Manifestantes junto a la pancarta con el lema "morir trabajando es asesinato" en la manifestación por la muerte de Xavi / CGT

"QUEREMOS JUSTICIA"

Los allegados del fallecido insisten en que lo único que quieren es "justicia" para Xavi. Paco reitera que no esperan "una compensación económica por parte de la empresa", sino que "los responsables paguen con la pena máxima". Actualmente la familia de Xavi está pendiente de juicio, que esperan que se celebre en un plazo de seis meses a un año. 

"Desde Cidac llamaron a nuestro abogado para llegar a un acuerdo, pero desde un principio dejamos claro que no queremos ningún tipo de pacto", explica Paco. Ahora los allegados del joven, que residía en Roda de Barà, celebran que exista una persecución hacia la empresa y que les "pillen" con irregularidades que "existen desde hace mucho tiempo". 

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