Un verano "contaminado" en Sant Adrià: las vallas no sirven para impedir el acceso a la playa

"Va para largo". Es la frase más recurrente del vecindario de Sant Adrià de Besòs respecto a la playa del Litoral, cerrada desde hace un año. La presencia en la arena de sustancias cancerígenas, altamente perjudiciales para la salud, obligó al consistorio a prohibir el acceso. El Estado asumió la descontaminación de la zona, pero el proceso todavía no se ha iniciado.

La impaciencia sobrevuela no solo a los vecinos, sino también a los políticos del municipio. La alcaldesa Filo Cañete intenta transmitir serenidad: "Estoy en contacto semanal con el Ministerio y la respuesta es positiva, pero hay procedimientos que requieren de unos términos", defendía en la última sesión plenaria del Ayuntamiento, el pasado 30 de mayo, ante las acusaciones de la oposición. 

SIN ALTERNATIVAS

Este será el segundo verano que la playa permanecerá cerrada al público. ¿Qué alternativas ofrecerá el consistorio a la ciudadanía durante los meses de calor? Ninguna. "No hay ninguna piscina exterior que compense la falta de playa", denuncia el grupo municipal de ERC. Y es que la única piscina es la que el Club de Tennis Sant Adrià alberga en su interior, pero no es gratuita. Tampoco se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de arreglar unas tarifas especiales para la gente del municipio, una reducción del precio.

La otra opción sin moverse de Sant Adrià: la playa del Fòrum. El desplazamiento supone cruzar el río Besòs y respirar todavía más de cerca las partículas contaminantes de Tersa. Además, el recinto y el acceso se encuentran actualmente acotados por la celebración del Primavera Sound. Para facilitar la movilidad, el Ayuntamiento puso a disposición del vecindario un bus lanzadera gratuito a mitad del verano pasado, aunque para cogerlo era necesario desplazarse hasta la playa contaminada.

MEDIDAS INEFICACES

La ola de calor que llegó a Barcelona llenó las playas de la ciudad. La de Sant Adrià no fue una excepción. A pesar de la prohibición, decenas de personas se concentraron en la costa, echando las vallas abajo y haciendo caso omiso de las señales de advertencia. 

"Llevamos advirtiendo de la peligrosidad de que la playa esté indebidamente cerrada. No se hace lo suficiente para evitar el acceso", advierte el portavoz republicano Rubèn Arenas. "No hay informadores, la cartelería es insuficiente y cada fin de semana se repite la escena". Desde el 28 de mayo del 2021, que fue cuando se cerró el acceso, grupos de personas han acudido indiscriminadamente a la playa. A raíz de esto, la imagen se ha ido transformando: restos de basura y botellas conforman el panorama.

RESPONSABILIDAD CIVIL

Una opinión distinta tienen los miembros del partido Ciudadanos Sant Adrià. Si bien la formación naranja se mostraba de acuerdo en la moción presentada por ERC para acelerar el proceso de descontaminación, el grupo apelaba a la responsabilidad individual en cuanto al acceso: "O construimos un muro inexpugnable o decimos que las personas tomen las decisiones que crean que afectan a su salud", apuntaba en el pleno Oscar Marjalizo, que también mencionaba la posibilidad de multar a aquellas personas que acudiesen a la zona prohibida con niños.

Arenas discrepaba: "Pensamos que el Ayuntamiento tiene una obligación competencial por lo que respecta a la salud pública y pienso que hace falta hacer algo".

LOS SOCORRISTAS VIGILARÁN

Todavía está por ver el papel de los socorristas este año. Metrópoli ha podido saber que este verano, la playa contaminada contará con dos vigilantes fijos que velarán para que se respete el cumplimiento de la ordenanza municipal. El año pasado solo uno realizaba su jornada laboral completa en el Litoral. Si esto será suficiente para contener los intentos de la ciudadanía por acceder a la zona, todavía no se sabe.

La regidora socialista Ruth Soto informó en el pleno que la temporada se iniciaría el 11 de junio: "Ellos ofrecerán información a la ciudadanía", explicaba Soto. 

LA PLAYA DE LA MORA, TAMBIÉN CONTAMINADA

En la misma sesión plenaria se puso de ejemplo el vallado de la contaminada playa de la Mora, en Badalona. El barrio vecino, que limita con Sant Adrià, también lleva años pendiente de una descontaminación que no llega. "Somos el municipio que está actuando más rápido a la hora de asumir los costes de la descontaminación", asegura la alcaldesa.

La herencia contaminada de la zona, que fue hogar de fábricas como la química Cros, que cerró en 1987, ha dejado en el terreno rastro de arsénico, plomo y cobre. Un trabajo que "puede tardar siete meses" en ejecutarse, según el gobierno municipal.