Un grupo de toxicómanos instalados bajo dos puentes de Sant Adrià de Besòs convive con el resto de vecinos del municipio desde hace años. Mientras una parte de los residentes del barrio de La Catalana niega tener "problemas graves" con ellos, otros afirman haber sufrido "encontronazos" con los tres adictos.
Es el caso de una mujer que, el pasado 26 de marzo, sufrió "agresiones verbales" por parte de los tres hombres a los que la Policía Local tiene más que fichados. La joven, que ha preferido mantenerse en el anonimato, padece un trastorno psiquiátrico que se ha agravado tras el conflicto, tal y como ha explicado su pareja a Metrópoli.
"LA JUSTICIA NO HARÁ NADA"
El suceso tuvo lugar bajo uno de los puentes que atraviesan el río Besòs y unen los barrios de Sant Joan Baptista con La Catalana. La mujer pasaba por la zona sobre las 20:30 horas cuando los hombres la interceptaron. Ahora, la joven no se atreve a salir sola a la calle, un trabajo en el que llevaba esforzándose cuatro años. La historia va más allá: su pareja y ella quieren marcharse de Sant Adrià porque, aseguran, no se sienten seguros.
Ambos denunciaron a los agresores, pero, tras el juicio, se sienten desprotegidos: "Llevo más de dos años viéndolos y la justicia no hará absolutamente nada", lamenta el novio de la víctima.
HABITUALES
Los tres hombres, de origen georgiano, llevan años acampados bajo los puentes del municipio. Actualmente se han desplazado y se refugian en otro que se encuentra a unos 300 metros del citado, en dirección a Montcada. El grupo cuenta con antecedentes por hurtos y robos con violencia y son toxicómanos.
Con todo, uno de los representantes de la Asociación de Vecinos de La Catalana, José Caparrós, cuenta a este digital que los hombres "son reacios a pasearse cuando hay gente": "No hemos tenido graves problemas con ellos, pero son gente muy enganchada a las drogas". Lo que provoca que, especialmente por las noches, salgan y usen las fuentes de la zona para lavarse las heridas de los pinchazos o tiren las jeringuillas al césped en vez de a las papeleras después de inyectarse las dosis.
DESALOJADOS
A finales del 2022, agentes de la Policía Local les hicieron levantar el campamento, lo que hizo que tuvieran que trasladarse. "Los policías los identificaron mientras ellos empacaban sus pertenencias y les ofrecieron la oportunidad de ir a un centro de atención donde podían dormir, pero se negaron y se marcharon", explican los testigos.
Las condiciones en las que vivían y lo continúan haciendo, dicen, son "terribles": "Puedo asegurar que había ratas muertas, jeringuillas usadas y mucha suciedad", explica Caparrós.
"CENTRO DE PASO"
Una parte de los vecinos les ofreció el invierno pasado a los toxicómanos alimento y mantas, pero los hombres continúan generando problemas de insalubridad. "Cuando están drogados, también provocan inseguridad porque te gritan o tienen una actitud agresiva", detallan otros residentes.
De hecho, algunos de los vecinos del barrio creen que La Catalana se ha convertido en un "centro de paso" de toxicómanos, "ya que la droga es barata y fácil de conseguir". No es extraño, dicen, ver que se bajan en la parada del tranvía: "Vienen tanto desde Badalona como de Barcelona".
SERVICIOS SOCIALES
El Ayuntamiento de Sant Adrià, preguntado al respecto por este medio, asegura ser conscientes del problema, pero sigue en la línea de una parte de los vecinos y afirma no haber tenido grandes problemas con los tres hombres: "Lo tienen todo bastante limpio y recogido".
Por otra parte, el consistorio informa de que los servicios sociales está en contacto con ellos "y se trabaja una reinserción" aunque "son temas largos y complejos". Las mismas fuentes municipales sostienen que su "morada" se levanta "periódicamente para limpiar a fondo".