Las cosas han cambiado por completo. El PSC obtuvo mayoría absoluta en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y quiere ejercer el poder de forma distinta a como funcionó el órgano supramunicipal en el anterior mandato, con firmeza, aunque contando con el resto de grupos. La voluntad, que se compadece con el acervo socialista en el mundo local, ha sido la de contar con otros grupos políticos, con la formación de un gobierno metropolitano plural, pero en el que se diluye el papel de los comunes, fuertes en la etapa de Ada Colau, pero no en la de Jaume Collboni –presidente del AMB— y de Antonio Balmón –vicepresidente ejecutivo del área metropolitana.
El acuerdo de gobierno se selló este martes, con una junta formada por 17 miembros, un presidente y 16 consejeros. De este total, nueve corresponden al PSC; tres para Junts per Catalunya, tres más para los comunes, y dos para Esquerra Republicana.
Los comunes, que tuvieron unos pobres resultados en las elecciones municipales, aceptan esa nueva situación, que supone desprenderse de algunas cuestiones icónicas para el partido de Ada Colau. Una de ellas es la consejería delegada de política social, y lo que cuelga de ella, como el área del ciclo del agua y el análisis de las políticas metropolitanas. En los dos casos, esas responsabilidades las adoptan los socialistas.
También el área de presidencia, que cobra una menor importancia, porque se había convertido, en el anterior mandato, como una especie de contrapoder frente al vicepresidente ejecutivo, el socialista Antonio Balmón, alcalde de Cornellà. La presidencia cambia de manos, porque corresponde ahora a Jaume Collboni, en calidad de alcalde de Barcelona.
Los socialistas han querido también moldear ese gobierno metropolitano –formado por cuatro fuerzas políticas como hace cuatro años, aunque con proporciones distintas—con la incorporación en el gobierno institucional del PP. La buena relación de Balmón con el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha llevado a esa predisposición, teniendo en cuenta que el PP dirigirá esa ciudad, --la cuarta en población en Catalunya—y Castelldefels, en manos de Manu Reyes. Esa relación se quiere concretar con la participación del PP en la comisión que redactará el Plan de Actuación Metropolitano (PAM), que será la hoja de ruta del gobierno metropolitano y que es de vital importancia. Y llevará al PP a votar a favor, este jueves, de la presidencia de Collboni al frente del órgano supramunicipal.
VIVIENDA Y CICLO DEL AGUA
Los socialistas, por tanto, estarán al frente de la presidencia, la vicepresidencia ejecutiva, la vicepresidencia institucional, cuatro presidencias de área y cuatro consejerías delegadas. El grupo de JxCat tendrá una vicepresidencia institucional, una presidencia de área y una consejería delegada. Y los comunes se quedan con una vicepresidencia institucional, una presidencia de área y una consejería delegada, y lo mismo para ERC: una vicepresidencia institucional, una presidencia de área y una consejería delegada. Queda por ver si el PP tendrá una vicepresidencia institucional. Fuentes del PP señalan que, en todo caso, quedar fuera del gobierno ejecutivo les permite ejercer una oposición en las cuestiones que más les interesa, como todo lo relacionado con las tasas metropolitanas y la fiscalidad.
El PSC, a partir de su mayoría absoluta, se ha hecho con áreas vitales para los próximos años. Estará a cargo del área de administración y territorio; la consejería delegada de vivienda –muy importante para los planes previstos de colaboración público-privada; el área de movilidad, transporte y sostenibilidad; la consejería de movilidad; el área de desarrollo social y económico; la consejería delegada de política social, y el área del ciclo del agua y el análisis de las políticas metropolitanas.
El resto de grupos asumen otras áreas. En manos de Junts per Catalunya han quedado el área de políticas urbanísticas y la consejería delegada de espacios naturales. Para los comunes, el área de acción climática y agenda estratégica metropolitana, y la consejería delegada de acción climática, que sí son cuestiones en las que se han especializado en los últimos años, no sin polémica y roces con los socialistas.
En el caso de ERC, los republicanos tendrán la responsabilidad sobre el área internacional y de metrópolis digital, y la consejería delegada de metrópolis digital.