Tensión política en Castelldefels. La oposición denuncia la “deriva autoritaria y poco democrática” del gobierno de Manu Reyes (PP), al que afean su falta de diálogo con el resto de partidos municipales más allá de su aliado SOM en la coalición. Según han lamentado a Metrópoli, en el último pleno municipal celebrado el pasado viernes 26 de enero, el gobierno de Partido Popular y SOM –liderado por Nico Cerpa– no aceptó ninguna moción presentada por los partidos de la oposición, una deriva que temen que se repita en cada plenario.
“No tienen voluntad de diálogo ni de cerrar acuerdos”, critica a este medio Esther Niubó, líder del PSC en Castelldefels. Para acabar con este “bloqueo del debate político” actual, presente desde la llegada de Reyes al consistorio, los socialistas solicitarán una modificación del Reglamento Orgánico Municipal (ROM). Esperan que, de este modo, se dé espacio al debate en las juntas de portavoces.
Discurso “aleccionador y autoritario”
Las cuatro mociones que se presentaron en el último pleno proponían la prohibición del uso de una substancia cancerígena en espacios naturales, la eliminación del cableado en las fachadas de los edificios, la mejora del servicio de atención a la gente mayor y la remodelación de la plaza Colom. Todas ellas fueron rechazadas por el equipo de gobierno, que cuenta con mayoría absoluta.
“Estas propuestas suponen una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos de Castelldefels, así como de los servicios municipales”, expresa Niubó. El portavoz de Movem en Comú Podem, Ramon Morera, lamenta la nula disposición del alcalde del municipio para escuchar sus iniciativas: “no pierden los partidos políticos, pierden los vecinos”.
ERC, por su parte, denuncia el viraje que está impulsando el nuevo gobierno de Reyes, hacia políticas de “desprotección social y retroceso para Castelldefels”. “Nos encontramos ante una inacción política, con plenos vacíos de contenido y una interlocución marcada por un fuerte populismo y demagogia”, destaca Sergi Luque, presidente de la formación amarilla, quien no duda en bautizar el discurso del alcalde de “aleccionador y autoritario”.
Substancia cancerígena
Una de las mociones presentadas por los comunes fue la referente al uso de glifosato en espacios naturales de la ciudad, el pesticida más peligroso del mundo, según apuntan los expertos. Morera solicitó su pronta prohibición por suponer un grave peligro para la salud de los ciudadanos. Se trata de una substancia cancerígena que se utiliza para matar hierbajos y arbustos de las zonas verdes del municipio.
Desde hace años, varios Ayuntamientos han dejado de usarlo, como el caso de Barcelona, El Prat, Badalona, Tarragona o Madrid. Castelldefels ha rechazado la propuesta.