Local okupado por la mayor mafia de los carteristas del metro de Barcelona

Local okupado por la "mayor mafia" de los carteristas del metro de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Gran Barcelona

L'Hospitalet apunta al local okupado por la "mayor mafia" de carteristas del metro de Barcelona

Fuentes vecinales explican que reconocieron a los ladrones, que hacen tutoriales para mejorar sus técnicas de robo en la vivienda, en vídeos publicados en redes sociales

Publicada
Actualizada

Un local de L'Hospitalet está bajo escrutinio. Los vecinos del edificio situado en la calle Sant Joan, 33, en el barrio de Centre, denuncian desde este verano la okupación de la vivienda en la planta baja por un grupo de 20 ladrones. 

"Es la mayor mafia de carteristas del metro de Barcelona", sentencian a Metrópoli fuentes vecinales. "Reconocimos sus caras en los vídeos que publicó Patrulla Ciudadana en redes sociales", explican. "Los hemos escuchado hablar sobre sus tutoriales para mejorar sus técnicas de robo", agregan.  

Al tanto de ello, el Ayuntamiento del municipio busca apuntar al centro de este "trapicheo". Fuentes municipales explican a este medio que tanto Mossos como Guardia Urbana están siguiendo el caso, que se encuentra en procedimiento judicial. Por tanto, hasta que un juez no ordene la intervención no pueden proceder al desalojo. Se trata de una situación similar a la que sucedió con la nave Albert Germans.

Aumento de los robos

Los robos en el suburbano barcelonés han experimentado un alarmante aumento del 47,3% en 2023 en comparación con el año anterior.

En concreto, desde enero hasta septiembre se han producido 10.092 hurtos, 3.200 más que en el mismo período del 2022. 

Por ello, desde el consistorio hospitalense buscan acabar con esta banda. Sin embargo, detallan que todavía no hay una fecha concreta para la orden de desalojo

A plena vista

Mientras llega la sentencia, los inquilinos de la zona se ven obligados a ser partícipes de sus delitos que anuncian a viva voz y hacen visibles en el patio del local.

"Desde nuestras viviendas, podemos observar cómo sacan varios relojes de valor y comienzan a contar billetes", explican a este digital.

"También escuchamos sus conversaciones sobre los robos que han llevado a cabo y las nuevas técnicas que emplearán para el próximo atraco".

Local okupado en L'Hospitalet

Local okupado en L'Hospitalet SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Una escuela de carteristas

En una ocasión, según relatan los residentes de la zona, uno de los delincuentes explicaba "cómo podían organizar un dispositivo con varias mujeres para distraer a los guardias de seguridad".

Así, mientras ellas cumplían su función, "ellos podían robar a cualquiera que se les cruzara", detallan. "Y como lo decían a voz muy alta en plena madrugada, todos pudimos escucharlo", aseguran.

Metro y Aeropuerto

Los residentes de la zona explican a Metrópoli que la banda concentra la mayoría de sus robos en las estaciones más turísticas de Barcelona, según observaron en los vídeos publicados en redes sociales: Sagrada Família, Urquinaona, en Catalunya, entre otras. 

No obstante, también aseguran haberlos visto actuar en otras áreas más allá del metro, como en el aeropuerto de El Prat, donde aprovechan el gran flujo de viajeros diarios para llevar a cabo su plan. 

Robos con tirón

Tras su llegada al barrio, los vecinos han visto un aumento de los robos a plena luz del día mediante el método del tirón. "Este tipo de gente atrae a otros como ellos y sí que vemos gente que antes no habíamos visto", argumentan.

De hecho, los mismos residentes creen que los okupantes están vinculados con otros del barrio de la Florida. "Van rotando, vienen y van, no siempre son los mismos", exponen. "Desde que entraron ha habido hasta menores y bebés que ahora ya no están", añaden.

A pesar de ello, los inquilinos tampoco quieren dictaminar que la okupación en el local esté completamente vinculado al incremento de estos delitos en el barrio. "No podemos hacer una asociación directa, pero nuestro barrio siempre ha sido tranquilo". 

Zona escolar

Debido a la seguridad que caracteriza al barrio, temen que la presencia de estos "delincuentes", pueda alterar esta "paz". 

El local okupado se encuentra en una zona escolar, donde a diario transitan miles de niños y padres para ir a los colegios. "Tenemos una escuela de educación especial a 50 metros y otros muchos también cercanos". "Estamos preocupados", subrayan.

Barbacoas nocturnas

Más allá de los robos que efectúan, los vecinos denuncian otros incidentes que afectan a la convivencia y seguridad en el vecindario. 

"Hacen barbacoas nocturnas y está prohibido", denuncian los inquilinos. "Solo con que una chipa salte al patio de las casas colindantes --también bajos-- puede provocar un incendio porque tienen vallas de mimbre, que es un material inflamable", aseguran. 

Las mismas parrilladas muchas veces se alargan hacia altas horas de la madrugada. "Hacen demasiado ruido y hay veces que hemos presenciado varias peleas", detallan.

Robo de agua y suciedad

Los inquilinos se han adueñado completamente de la propiedad y campan a sus anchas. Hasta el punto de ducharse desnudos en el patio a la vista de los vecinos.

"Y, por si fuera poco, tenemos que soportar verlos en esas condiciones, especialmente cuando cortaron el suministro de agua a una vecina, dejando las tuberías dañadas". 

A esto se suma la suciedad que dejan en la avenida. "Hacen sus necesidades por la noche en los contenedores de enfrente y esparcen la basura por la calle". "Huele fatal".

El origen de la banda, y ¿su fin?

Todos estos altercados comenzaron en julio de 2024, cuando la banda decidió okupar el local. El inmueble, que anteriormente era utilizado por la Asociación de Dones del Centre, quedó vacío tras no llegarse a un acuerdo para renovar el alquiler con el propietario.

En 2022, la policía intervino debido a una plantación ilegal de marihuana en el lugar. Un año después, en mayo de 2023, una persona ocupó el espacio, pero dejó de pagar a los pocos meses. Aunque la Guardia Urbana se presentó en varias ocasiones, no lograron llevar a cabo el desalojo. Cuando el grupo se hizo con la propiedad, la persona que había ocupado el local aún permanecía en él, aunque desapareció semanas después.

Por ahora, la presencia de la banda sigue intacta. Los vecinos deberán seguir conviviendo con este grupo de ladrones hasta que un juez dicte la orden de desalojo.