Publicada
Actualizada

Viladecans, Gavà y Castelldefels, de la comarca del Baix Llobregat, fueron los municipios con peores afectaciones tras las lluvias torrenciales del pasado lunes, 4 de noviembre. “Hemos perdido el 60% de la cosecha de las 40 hectáreas de huerta que cultivamos”, indica Mauri Bosch, jefe sectorial de la huerta en Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC).

No fue solo a causa de la precipitación acumulada, que se elevó a los 131,1 litros por metro cuadrado, el segundo dato más alto de los últimos 30 años. Según Mauri, las inundaciones se vieron agravadas, en un primer momento, por el "mantenimiento insuficiente de las rieras, y principalmente de la riera de Viladecans en el tramo posterior a la carretera B-204".

Falta de mantenimiento

Según fuentes sindicales, la Agencia Catalana del Agua envió ayer jueves un equipo de deforestación para iniciar los trabajos de limpieza de la riera en Viladecans. "Esta misma actuación, realizada con anterioridad, habría minimizado en gran medida la inundación de la zona agrícola", denuncian los portavoces de JARC.

"La riera estaba llena de vegetación y árboles, de forma que los sedimentos arrastrados hicieron un tapón que impedía la evacuación de agua e inundó cientos de hectáreas de cultivos", lamenta Mauri Bosch.

Un invierno poco provechoso

JARC asegura que muchos cultivos del Parque Agrario del Baix Llobregat siguen inundados, "lo que ha multiplicado las pérdidas" y advierte que "este invierno escaseará el producto de proximidad", como calçots, ajos tiernos, alcachofas, coliflores, rábanos y remolacha.

"A menudo los políticos se llenan la boca con la importancia del producto de proximidad y el cuidado del territorio, pero a la hora de la verdad, ni hacen la inversión necesaria ni nos ayudan a salir adelante en momentos como este", denuncia Mauri Bosch.

Noticias relacionadas