Centro comercial la Farga

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Gran Barcelona

Los vecinos de L'Hospitalet ganan una batalla (pero no la guerra) contra el ruido de La Farga

Los residentes celebran que la coctelería del centro comercial cierre a su hora, aunque siguen preocupados por el zumbido de los motores y la falta de privacidad diurna

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Primera victoria vecinal de L'Hospitalet de Llobregat contra el ruido del centro comercial La Farga. Los residentes de la avenida Isabel la Católica celebran que el molesto zumbido de la terraza nocturna haya llegado a su fin. "Ahora cierran la coctelería a la hora que toca", afirman con satisfacción a Metrópoli.

Asimismo, destacan que las luces de la terraza ya no permanecen encendidas hasta altas horas, ni tampoco las que están debajo de la fachada. También han notado un descenso en el número de personas en la terraza una vez que la coctelería cierra. "Parece que el personal de seguridad controla mejor la situación", comentan.

Ahora, lo que queda por resolver es el problema del ruido de los motores del aire acondicionado y la falta de privacidad durante el día, un asunto que, en teoría, "se solucionará con la instalación de setos", explican fuentes vecinales a este digital. Sin embargo, aún no se les ha informado sobre la fecha prevista para su colocación.

Los motores del aire, encendidos 

La reforma del edificio, que culminó en 2022, incluye la instalación de una planta de frío nueva ubicada en cubierta, que dista más de 30 metros con el linde de la finca y más de 60 con los edificios.

Esta nueva estructura es la que genera "ruidos persistentes", que los vecinos describen "como un avión a punto de despegar", ya que no "está bien insonorizada". "Los motores están encendidos todo el día, hasta por la noche", señalan los residentes.

"Desde que comenzó el verano, el ruido se ha incrementado mucho más, es insoportable", asegura Elena Ruiz. "Lo único que queremos es volver a utilizar nuestras terrazas durante el día, abrir nuestras ventanas, sin tener una vibración y ruido constante y dormir por las noches", añade con indignación la residente. 

Intimidad vulnerada

A este "calvario" se suma la falta de intimidad, debido a la vista directa de la terraza a los pisos y las fotos que "acostumbran" a hacer los clientes: "Siempre tengo la ventana bajada porque si no me ven", dice Encarna, a la vez que incide en el riesgo que supone para las viviendas que tienen niños: "Es peligroso, pueden aparecer desnudos".

Preguntado por esta cuestión en, el director del centro comercial no consideró que la terraza sea un "problema" y argumenta a este medio que si, en lugar de ser un balcón fueran pisos, con balcones y terrazas, "la intimidad de los vecinos se vería más comprometida, ya que tendrían más perspectivas y miradas". Sobre las fotos, el director explica a este medio que un suceso "aislado no es una costumbre".

Claraboya del terrado

Otro de los puntos críticos que denuncian los afectados son los destellos de luz generados por la claraboya del terrado. "El reflejo del sol por la vidriera me está quemando las plantas", dice una de las vecinas del ático. "Hace años se quemaron hasta los toldos", añade otra.

Una opinión que no comparte el director de La Farga: "Este tema se solucionó instalando vinilos en la zona de la fachada". Una medida que pese contar con una "inversión cercana a los 10.000 euros", no contenta a los vecinos del todo: "No sirve de mucho, ya que es traslúcido. Sigue reflejando a las viviendas situadas en diagonal".

Nuevas sonometrías

Esta situación llevó a los inquilinos a notificar la problemática al Ayuntamiento. En paralelo, presentaron una instancia con 121 firmas a la Síndica de Greuges para que presionara al consistorio a solucionar la situación. 

El Ayuntamiento notificó a la empresa el pasado 7 de agosto que tenía un mes para subsanar el ruido, después de que los técnicos municipales detectaran en las mediciones de sonido realizadas en junio que se alcanzaban los 65 decibelios por la noche, superando así el máximo permitido de 60.

El consistorio tiene previsto realizar nuevas sonometrías, ya que las programadas para la semana pasada no pudieron llevarse a cabo debido a las condiciones de viento. Estas mediciones se han reprogramado para esta semana, y según fuentes municipales, los resultados estarán disponibles en aproximadamente 15 días.