El KFC que sigue abierto en el centro comercial Llobregat Centre de Cornellà

El KFC que sigue abierto en el centro comercial Llobregat Centre de Cornellà SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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Los vecinos de Cornellà recuerdan el extinto Llobregat Centre, en pie por un KFC que resiste al cierre: “Aquí no viene nadie”

La voluntad del consistorio es transformar la superficie en una nueva zona residencial con vivienda protegida, un plan que no puede llevarse a cabo debido a la presencia del restaurante

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Los vecinos de Cornellà guardan un buen recuerdo del Llobregat Centre. El que fuera el primer centro comercial del municipio cerró en enero de 2023, poniendo fin a su etapa como uno de los principales enclaves de ocio del área metropolitana de Barcelona.

A pesar del paso del tiempo, este lugar sigue presente en la memoria de quienes lo vieron abierto durante tres décadas. “Funcionaba muy bien, pero cuando abrió el Splau fue decayendo”, lamenta una vecina a este medio. 

No es la única que opina que el complejo era positivo para el barrio. De hecho, varios residentes señalan que, desde su cierre, se han quedado sin cine ni supermercado en la zona. Lamentan que, si quieren ver una película, deben desplazarse hasta el Splau, “que queda un poco lejos y no está bien comunicado”.

Existen dos líneas de autobús circulares desde Cornellà, pero, según explican a Metrópoli, solo hay uno por sentido y suele haber mucha gente esperando para subir. Por ello, recuerdan con recelo cuando estaba el Llobregat Centre abierto, especialmente las personas mayores. “Desde que cerraron el Pisa en esta zona nos falta un cine”, expresan a este digital.

El extinto centro comercial de Cornellà, el Llobregat Centre

El extinto centro comercial de Cornellà, el Llobregat Centre SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

El misterio del KFC

Aunque todos conocen el Llobregat Centre, pocos están al tanto de los propósitos de futuro del Ayuntamiento de Cornellà para el solar que ocupa: construir viviendas. Un plan urbanístico que, sin embargo, se ha visto entorpecido por la presencia de un restaurante de pollo frito que mantiene su actividad en el complejo.

“No entiendo por qué sigue abierto, si aquí no viene nadie”, comenta una mujer. La respalda una joven que pasa por allí para coger el transporte público. Al preguntarle si alguna vez cena con amigos en el restaurante, responde: “no, nunca. Solo vengo para tomar el tranvía”.

Tal como señalan los vecinos, la zona no es muy concurrida, salvo por los coches que circulan por la carretera de Esplugues, una avenida principal que conecta Cornellà con el municipio que da nombre a la vía. “Desde que cerraron esto, no pasamos más por aquí”, expresa un matrimonio mayor.

Sensación de abandono

En la entrada del KFC del Llobregat Centre solo se ven riders esperando su turno para salir con los pedidos, que representan la principal actividad del local. “Viene muy poca gente. Para mí que lo están aguantando para ver cuánto les dan”, opina un señor.

El KFC que sigue abierto en el centro comercial Llobregat Centre de Cornellà

El KFC que sigue abierto en el centro comercial Llobregat Centre de Cornellà SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Con el KFC aún en funcionamiento, la estructura del antiguo centro comercial se mantiene en pie, aunque con evidentes signos de abandono: las marcas de los letreros y carteles publicitarios retirados son visibles. “Da una imagen de tristeza, pobreza y decadencia”, señala una mujer que vive cerca, además de lamentar que la zona ha quedado “un poco muerta”.

Mientras el restaurante siga abierto, no se puede hacer nada en la zona. “¿Y no lo pueden obligar a cerrar?”, pregunta una señora a este medio. “Esto está muy mal hecho. Deberían derribarlo y hacer zonas verdes, porque no tenemos ni una en Cornellà”, reclama su marido, visiblemente molesto.

Una piedra en el zapato

La actividad del KFC cuenta con el respaldo de la Junta de Propietarios y está amparada por un contrato de arrendamiento a largo plazo, lo que ha contribuido a prolongar su presencia a pesar del cierre generalizado. Además, tiene acceso desde el exterior, por lo que no requiere de la apertura del complejo para mantenerse activo.

El extinto centro comercial de Cornellà, el Llobregat Centre

El extinto centro comercial de Cornellà, el Llobregat Centre SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Esta situación, por anecdótica que parezca, representa un obstáculo para el consistorio de Cornellà en su voluntad de transformar la superficie en una nueva zona residencial con 300 pisos, un 40 % de ellos de protección oficial (unos 130 aproximadamente).

El proyecto contempla también otros usos, como una residencia de estudiantes y una gran área verde central de 17.000 metros cuadrados, que incluirá la ampliación de servicios públicos. Todo ello en una zona estratégica próxima a las principales infraestructuras de movilidad –tranvía, metro y Renfe–.