
Pont Pedret en una imagen de archivo
La espectacular piscina natural a una hora y media de Barcelona perfecta para visitar este verano: “Aguas limpias y turquesas”
En el cauce del río Llobregat, justo bajo un puente medieval que data de entre los siglos XIII y XV, se forman de manera natural unas piscinas cristalinas ideales para el baño
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A poco más de una hora y media de Barcelona, en el municipio de Cercs (Berguedà), se esconde uno de los rincones naturales más sorprendentes del interior de Catalunya: las piscinas naturales del Pont de Pedret.
Este enclave, cada vez más popular entre los amantes del turismo de naturaleza, combina historia, paisajes espectaculares y aguas tan cristalinas que parecen sacadas de una postal caribeña.
Las piscinas se forman de manera natural en el cauce del río Llobregat, justo debajo de un puente medieval construido entre los siglos XIII y XV.
El entorno, silencioso y rodeado de vegetación, ofrece una escapada perfecta para quienes buscan desconectar del ritmo urbano y sumergirse en un paisaje virgen sin salir de Catalunya.

Cercs en una imagen de archivo
Un entorno natural único y de fácil acceso
Llegar a este pequeño paraíso es sencillo. Desde Barcelona, se toma la autovía C-16 en dirección a Berga y, tras aproximadamente 90 minutos de viaje, se accede a la zona de Pedret, donde hay un aparcamiento gratuito. Desde allí, un breve paseo a pie conduce directamente al puente y las pozas.
Quienes buscan una experiencia más completa pueden optar por llegar caminando o en bicicleta a través de la Vía Verde del Llobregat, una antigua vía ferroviaria reconvertida en ruta de senderismo que parte de Cal Rosal. Este camino, cómodo y seguro, bordea el río y permite disfrutar del paisaje antes incluso de llegar al agua.

Pont de Pedret en una imagen de archivo
Aguas limpias, turquesas y perfectas para el baño
Lo que hace verdaderamente especial al Pont de Pedret es la calidad y color del agua. Filtrada por las rocas del entorno, el río forma pequeñas piscinas donde el agua es tan clara y azulada que sorprende incluso a quienes ya conocen la comarca del Berguedà. En los días soleados de verano, el efecto visual es espectacular.
El lugar es ideal tanto para un baño rápido como para pasar el día completo. Hay varias zonas donde sentarse, comer o descansar a la sombra de los árboles. Eso sí, no hay bares ni restaurantes en los alrededores, por lo que es recomendable llevar comida, agua y todo lo necesario para un pícnic.

Pont de Pedret en una imagen de archivo
Historia y cultura junto a la naturaleza
Además del entorno natural, el Pont de Pedret destaca por su valor histórico. El puente, de origen medieval, ha sido restaurado y mantiene su estructura original con arcos desiguales y piedra vista.
A pocos minutos del puente, en una colina cercana, se encuentra la iglesia de Sant Quirze de Pedret, un templo prerrománico con frescos únicos en Catalunya.