El Govern quiere poner coto a los VTC en Barcelona. La nueva ley del transporte de personas en vehículos de hasta nueve plazas, presentada este martes, prevé restringir al máximo su actividad en el área metropolitana y reservar los trayectos urbanos a los taxis.
La medida supondría la desaparición automática de 600 de las 990 licencias VTC que actualmente operan en la ciudad, mientras que las restantes irían caducando progresivamente.
Vehículos VTC durante una concentración en Barcelona
El taxi, “servicio base” en la movilidad urbana
La normativa establece que el taxi será el servicio base dentro del sistema de transporte, al ser auxiliar del transporte colectivo.
Los VTC, en cambio, pasarán a tener un papel complementario: se les vetará captar clientes en la calle y su actividad quedará prácticamente limitada a trayectos interurbanos.
Imagen de archivo de taxi
En Catalunya operan unas 15.000 licencias de taxi, 10.500 de ellas en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). En paralelo, sobrevivirán únicamente las cerca de 3.000 licencias de VTC destinadas a viajes interurbanos.
Rechazo de las VTC y apoyo del taxi
Las patronales de VTC han advertido que la restricción podría poner en riesgo más de 4.000 empleos y suponen que la medida busca “expulsarlas” de Barcelona.
En el lado opuesto, el sector del taxi, con Élite Taxi al frente, ha celebrado la propuesta de la Generalitat, con la que mantiene una larga batalla contra las plataformas como Uber, Bolt o Cabify.
La directora general de Transporte y Movilidad, Susi López, defendió que la voluntad del Govern es “ordenar y conciliar el sector para evitar la conflictividad”, mientras que el secretario general de Territorio, Jordi Terrades, subrayó que la norma se enmarca en la lucha contra la congestión y la apuesta por el transporte público.
Transición suave y control mediante datos
Aunque la ley provocará la caída inmediata de 600 licencias, el Govern insiste en que la transición será “suave”.
Además, se creará una plataforma de datos que permitirá a administraciones locales y Generalitat monitorizar la actividad real de taxis y VTC, así como la congestión y la contaminación, para decidir en cada momento cuántas licencias deben autorizarse.
La norma también permitirá generar nuevas licencias de taxi si se considera que la oferta es insuficiente. Solo en caso de no superarse los umbrales máximos de congestión y contaminación, se podrían autorizar VTC urbanas de forma temporal.
Los vehículos de las VTC permanecerán en la Diagonal / EFE
Otras novedades: catalán obligatorio y categorías adicionales
El proyecto de ley contempla la creación de nuevas categorías como los vehículos de alta disposición, que deberán contratarse con dos horas de antelación y alquilarse por un mínimo de una hora, pensados para servicios de congresos y ferias. También regula las limusinas con finalidad lúdica.
Asimismo, exigirá a los conductores de taxi un nivel mínimo de catalán B1, para garantizar, según el Govern, que los profesionales puedan “entender y expresarse mínimamente en la lengua del cliente”.
