'Victoria' para los socios del polideportivo de La Cogullada: Terrassa 'desahucia' a un polémico gimnasio

Polémica en Terrassa. El Ayuntamiento, liderado por Jordi Ballart, ha dictado la expulsión del club Egara Power Lifting del centro socio deportivo municipal del barrio de La Cogullada.

El consistorio inició el proceso para dictar la expulsión de la entidad deportiva y para que retire el material que tiene en el interior de las instalaciones. Los servicios municipales han pedido que abandone de forma definitiva el espacio tras "los problemas de convivencia reiterados" con el resto de entidades que utilizan el recinto, apuntan fuentes municipales.

La decisión es firme después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 11 de Barcelona haya rechazado el recurso que había interpuesto Cristóbal Moreno, presidente del club expulsado. Hasta este jueves, 20 de noviembre, los socios podían seguir utilizando la instalación, ya que el decreto municipal se encontraba suspendido a la espera del pronunciamiento judicial. Una vez emitido el fallo que desestima el recurso, el tribunal ha dado diez días a Egara Power Lifting para que retire el material de su interior y le ha prohibido la entrada.

No cumple el reglamento

Además, desde el consistorio han asegurado a Metrópoli que el cese de la actividad se debe a que "la actividad no cumplía con el reglamento del equipamiento y la cesión de uso en ningún caso permitía la colocación y construcción de algunos elementos presentes en el polideportivo". 

Fuentes municipales han apuntado que también han requerido a Egara Power "en reiteradas ocasiones que enderezca su actitud, sin ningún resultado". 

Zona de entrenamiento de Egara Power Egara Power

Un malestar que viene de lejos

El centro socio-deportivo de La Cogullada acoge cada semana a varias entidades del barrio, entre ellas el Boxing Club Terrassa, el Club Taekwondo Terrassa, la Asociación de Vecinos y el Club de Gente Mayor. Todas ellas firmaron un escrito conjunto dirigido al Ayuntamiento en el que alertaban de que la convivencia con Egara Power Lifting se había vuelto “imposible” debido al "ambiente de tensión y agresividad" generado. 

En el documento señalaban la existencia de "el ruido excesivo, las actividades no autorizadas, la difusión de amenazas a otras entidades y usuarios" de las instalaciones.

Otra de las entidades que hace uso del equipamiento es el Terrassa FC. El equipo de fútbol sala utiliza de forma habitual estas instalaciones para su actividad. Desde el club han confirmado que también solicitaron la expulsión de Egara Power de la Cogullada, aunque han rebajado las declaraciones y se han desmarcado de las acusaciones vertidas por Boxing Club Terrassa, la entidad más activa. 

Un acto organizado en el interior de las instalaciones Boxing Club

"Era muy complicada la convivencia en esa instalación", apuntan desde el club. "Pequeños conflictos diarios que hacían imposible o muy difícil la convivencia, nada extraordinario ni grave, pero que complicaba el día a día", añaden fuentes internas. 

Ratifican su rechazo

Las entidades que compartían equipamiento con Egara Power ratificaron su posición acerca de su expulsión en una rueda de prensa conjunta en la que confirmaron que la ruptura de la convivencia no fue un hecho puntual, sino el resultado de meses de tensiones acumuladas.

En su comunicado conjunto, explicaron que la decisión municipal llegó "después de agotar todas las vías de diálogo y ante la falta de compromiso del responsable de Egara Power", a quien describen como "una persona que ha demostrado ser conflictiva y poco dispuesta a respetar las normas de convivencia". Para estas asociaciones, la expulsión era ya la única salida viable para garantizar el uso seguro del espacio por parte del resto de usuarios.

Punto determinante

El punto de inflexión del caso se remonta al pasado 22 de octubre, cuando uno de los socios de Egara Power y usuario de otros servicios de las instalaciones del centro, según confirman desde el club, protagonizó un incidente en el interior de las instalaciones. "Rompió la puerta de uno de los vestuarios para que su hijo se duchara", explica Xavi Marinero, uno de los responsables del centro. 

Exterior del centro de La Cogullada en Terrassa Google Maps

Ese episodio provocó la intervención de la Policía Municipal y llevó al Boxing Club Terrassa a suspender temporalmente sus clases infantiles, denunciando una “falta de seguridad” para los menores. "La seguridad de nuestros alumnos y padres es nuestra prioridad. No podemos permitir que se expongan a situaciones de riesgo", aseguraron en aquel momento. 

Desde el club afectado, la versión es muy diferente. En declaraciones a este diario, aseguran que no ha habido ningún episodio "real" de violencia y que "todo se ha exagerado por un malentendido", aunque el resto de entidades han confirmado los hechos.

“Llevamos meses pidiendo que se repare el agua caliente. Aquel día un padre golpeó la puerta para poder duchar a su hijo, y de ahí se ha montado todo este drama”, explica Marinero. 

Marinero sostiene que la decisión municipal “responde a una maniobra para desacreditarnos” y que están siendo tratados “como si fuéramos delincuentes”. “Somos más de 130 personas, muchas de ellas mayores, que entrenan con respeto”, defiende. "No somos violentos", añade. 

"Represalia" del Ayuntamiento

Desde Egara Power han explicado a Metrópoli que la tensión con el Ayuntamiento ha crecido en los últimos meses. Fuentes internas del club reconocen que las formas de su responsable, Cristóbal Moreno, "no han sido las más adecuadas", pese a que defienden que "las quejas por el mal estado de la instalación están justificadas". 

Interior del centro La Cogullada, donde entrenaba Egara Power Egara Power

Los miembros de Egara Power sostienen que el episodio que precipitó la decisión municipal fue un malentendido: "No hubo agresión ni violencia, pero lo han usado para señalarnos", afirman. Además aseguran que los incidentes que denuncian el resto de entidades no se han prolongado en el tiempo, sino que ha sido "puntual" y lamentan que se trate de "una represalia del ayuntamiento" por sus críticas a la gestión del alcalde del municipio vallesano. 

El club también denuncia que lleva seis meses sin agua caliente y que sus reclamaciones “nunca han recibido respuesta”. “Hemos denunciado públicamente el mal estado de las instalaciones y ahora parece que eso nos ha pasado factura”, añade Moreno.