Una de las personas durante el desalojo del B9 en Badalona

Una de las personas durante el desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

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La Generalitat insiste a Albiol reabrir el antiguo albergue de Badalona para los desalojados del B9: "No podemos actuar"

La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha vuelto a reclamar al alcalde popular una alternativa para las personas que vivían en el antiguo instituto y ha asegurado que el ejecutivo catalán está dispuesto a aportar recursos económicos y humanos

Relacionado: Albiol, tras la polémica por el desalojo del B9: "No se puede ser solidario con todo el mundo"

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La crisis social derivada del desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, donde residían cerca de 400 personas migrantes, ha abierto un nuevo frente de tensión institucional entre la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento metropolitano.

La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha reclamado públicamente al alcalde, Xavier García Albiol, la reapertura del albergue municipal de Can Bofí Vell como solución inmediata para acoger a las personas desalojadas, una petición que el consistorio ha vuelto a rechazar alegando problemas estructurales en el equipamiento.

Paneque se ha pronunciado este sábado, 20 de diciembre, desde Tortosa (Tarragona), donde ha insistido en que la Generalitat no puede intervenir directamente sobre una infraestructura de titularidad municipal. “No podemos actuar sobre un equipamiento que es municipal. Necesitamos que sea el ayuntamiento quien inste a hacerlo”, ha subrayado.

No obstante, ha reiterado que el Govern está dispuesto a aportar recursos económicos y humanos para poner en marcha el albergue, así como a colaborar con entidades sociales como Càritas y Cruz Roja.

El albergue Can Bofí Vell de Badalona

El albergue Can Bofí Vell de Badalona Ayuntamiento Badalona

Albiol rechazó la reapertura

La portavoz ha remarcado que la voluntad del Ejecutivo catalán es contribuir a una salida urgente para las personas afectadas, muchas de las cuales han pasado los últimos días durmiendo en la calle, bajo la lluvia o dispersándose por distintos puntos de la ciudad, como el entorno del puente de la C-31, tras varios operativos policiales que han desmantelado las acampadas improvisadas. "Necesitamos también que el Ayuntamiento de Badalona se mueva en esta dirección", ha añadido Paneque. 

El ofrecimiento del Govern se suma a la petición formal que esta misma semana realizó la consellera de Derechos Sociales, Mònica Martínez Bravo, mediante una carta dirigida al alcalde de Badalona, en la que instaba a reabrir Can Bofí Vell como recurso de emergencia. Desde el Ejecutivo catalán se insiste en que la situación requiere una respuesta coordinada y que el ayuntamiento es la pieza clave para desbloquearla.

Albiol defiende que el albergue de Can Bofí Vell, situado en el barrio de Bufalà, tuvo que cerrarse porque “no estaba en condiciones” y sostiene que reabrirlo supondría un riesgo. 

El alcalde Xavier García Albiol durante las declaraciones a Metrópoli

El alcalde Xavier García Albiol durante las declaraciones a Metrópoli GALA ESPÍN

"No se puede ser solidario con todo el mundo"

Sin embargo, Xavier García Albiol ha endurecido su discurso. En declaraciones a TV3, el alcalde ha afirmado que los ayuntamientos no pueden hacer frente a la llegada de inmigrantes en situación irregular y ha denunciado que la entrada de personas en España está “fuera de control”. En referencia directa a la polémica, ha sentenciado: “No se puede ser solidario con todo el mundo, recoger a personas en el mar y después dejarlas desamparadas en las ciudades”.

El alcalde popular ha asegurado que "no es un problema de colores políticos" pero que la respuesta que se da sí lo es, y ha destacado que está a favor de una "inmigración ordenada" y siempre que sean personas "que puedan vivir sin generar problemas".

El alcalde popular también ha vinculado la situación a las dificultades legales para recuperar inmuebles ocupados. Según ha explicado, en el B9 vivían hace dos años unas 25 o 30 personas, pero la lentitud de los procesos judiciales y la política municipal contra la ocupación ilegal provocaron que el número de residentes se disparara hasta alcanzar varios centenares.