Tensión en Badalona: un grupo de vecinos bloquea la entrada de los migrantes desalojados del B9 a una parroquia

La tarde de este domingo, 21 de diciembre, ha estado marcada por momentos de tensión vecinal en Badalona, donde un grupo de residentes ha bloqueado la llegada de una quincena de migrantes a la parroquia Mare de Déu de Montserrat, en el barrio de Bufalà.

Estaba previsto que pasaran la noche como parte de un dispositivo de emergencia para acoger a los afectados por el desalojo del antiguo instituto. Finalmente, tras la presión vecinal, autoridades y entidades sociales han pactado descartar la acogida de las personas sin hogar en la parroquia y reubicarles en otros locales para evitar que pasen otra noche a la intemperie. 

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Los migrantes habían sido desalojados hace unos días del antiguo instituto B9, un edificio municipal abandonado que ocupaban desde hacía meses. Durante los últimos días, los afectados se habían trasladado a diferentes puntos de la ciudad, donde han buscado cobijo en plena calle ante las lluvias y la falta de alternativas. 

Los vecinos durante la protesta en Badalona Cedida

Un centenar de vecinos

Desde última hora de la tarde, decenas de vecinos —en algunos momentos hasta un centenar— se han concentrado frente a las puertas de la parroquia para impedir el acceso tanto de las personas acogidas como del material logístico necesario para habilitar el espacio para la pernocta. La protesta ha ido creciendo con el paso de las horas, en un ambiente cargado de nerviosismo, consignas cruzadas y reproches a las administraciones.

Según fuentes presentes en el lugar, el bloqueo ha impedido incluso descargar colchones, mantas y alimentos, preparados por las entidades sociales que gestionan el dispositivo. Hasta el lugar de los hechos se han desplazado efectivos de los Mossos d'Esquadra. 

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Según han explicado fuentes presentes en el lugar a Metrópoli, el origen del conflicto se remonta a los últimos días, cuando parte de los migrantes desalojados del antiguo instituto B9 se habían instalado de forma provisional en Can Bofí Vell, el antiguo albergue que cerró hace tiempo.

Algunos de ellos habrían accedido al recinto de manera irregular y permanecen allí desde hace días, una situación que ha generado malestar vecinal y que, según estas mismas fuentes, ha reactivado la tensión este domingo por la tarde. De hecho, mientras continuaba la protesta frente a la parroquia, varios vecinos han alertado de que algunas personas se estaban dirigiendo nuevamente hacia Can Bofí Vell. El centro ha vuelto al foco del debate después de que la Generalitat reclamara al Ayuntamiento que lo volviera a abrir de forma temporal para dar cobijo a los desalojados. 

La policía junto con uno de las personas durante el desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

Voluntarios de Cáritas, Cruz Roja y otras organizaciones han permanecido durante horas en las inmediaciones, tratando de mediar y de explicar que se trataba de una acogida puntual y nocturna, destinada a personas en situación de especial vulnerabilidad.

El equipo de voluntarios desplazado durante la tarde ha denunciado un clima cada vez más hostil, con gritos y acusaciones hacia los migrantes, a quienes algunos vecinos responsabilizaban de problemas de inseguridad en la zona. Otros concentrados reclamaban que las instituciones prioricen la atención a los vecinos del barrio antes que a personas “de fuera”, una consigna repetida durante la protesta.

Albiol habla con los vecinos

Ante la escalada de tensión, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, se ha desplazado personalmente a la parroquia alrededor de las 21:00 horas. Allí ha mantenido conversaciones tanto con los vecinos concentrados como con representantes de las entidades sociales.

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El alcalde ha pedido a los manifestantes que permitieran que los migrantes pasaran la noche en el recinto religioso, comprometiéndose públicamente a hablar a primera hora del lunes con la consellera de Drets Socials, Mònica Martínez Bravo, para buscar una alternativa de alojamiento fuera del barrio.

Mientras tanto, efectivos policiales han seguido el desarrollo de la concentración para garantizar la seguridad y evitar enfrentamientos directos. Aunque no se han producido incidentes graves, sí se han vivido momentos de gran tensión en los accesos a la parroquia.

El dispositivo de acogida, respaldado por la Generalitat, forma parte de una respuesta provisional mientras se buscan soluciones más estables para las personas desalojadas del antiguo instituto.