El ascensor de la Davallada de Gallecs de Barcelona en funcionamiento
Los vecinos de una calle de Horta-Guinardó, sin ascensor desde hace más de un mes: obligados a subir más de 160 escalones
El ascensor inclinado de la Font d’en Fargues, inaugurado en 2019 tras años de reivindicaciones vecinales, acumula más averías que días en servicio y no se prevé su reparación hasta noviembre
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Los vecinos del barrio barcelonés de la Font d’en Fargues, en el distrito de Horta-Guinardó, viven desde finales de agosto una situación que se ha convertido en un auténtico calvario: el ascensor inclinado de la calle Davallada de Gallecs, que conecta la parte baja y alta de la zona, lleva más de un mes fuera de servicio.
Desde entonces, los residentes deben subir 164 escalones para llegar a sus viviendas, un trayecto que puede superar los tres minutos de subida y resultar inasumible para las personas mayores o con movilidad reducida.
Más averías que servicios
El ascensor, inaugurado en 2019 tras años de reivindicaciones vecinales, forma parte del conjunto de infraestructuras que el Ayuntamiento impulsó para mejorar la accesibilidad en los barrios más empinados del norte de la ciudad.
Sin embargo, en apenas seis años de funcionamiento, la instalación ha acumulado más averías que periodos de servicio, según reconocen fuentes municipales.
El ascensor inclinado de la Davallada dels Gallecs en funcionamiento
El problema actual —una avería en una pieza específica de la cerradura de seguridad— mantiene paralizado el sistema desde el 20 de agosto, y no se espera su reparación antes de noviembre.
Un barrio con pendiente y con una población envejecida
El barrio de la Font d’en Fargues se caracteriza por su fuerte desnivel y su trama de calles estrechas y empinadas. El ascensor inclinado, que salva una diferencia de 27 metros de altura, se construyó precisamente para evitar el aislamiento de la parte alta, donde residen personas mayores, familias con niños pequeños y varios equipamientos asistenciales.
Sin este transporte, la alternativa es un recorrido a pie de casi 20 minutos por un itinerario de fuerte pendiente, lo que complica la movilidad cotidiana para ir al centro de atención primaria, al colegio o al mercado.
La situación ha provocado un creciente malestar entre los vecinos, que denuncian sentirse “olvidados” por el Ayuntamiento, especialmente en el marco del Plan Endreça, el programa municipal destinado a mejorar el mantenimiento y la limpieza urbana en toda la ciudad.
ascensor inclinado de la Davallada dels Gallecs en una imagen de archivo
Un fallo técnico que se alarga
La causa de la avería es la rotura de una cerradura de alta precisión, un componente que solo fabrica una empresa por encargo.
El recambio debía llegar a finales de septiembre, pero la reparación se ha demorado debido a la dificultad para localizar la pieza y a la necesidad de revisar de nuevo el sistema para confirmar la causa exacta del fallo.
No es la primera vez que ocurre. Desde su puesta en marcha, el ascensor ha registrado repetidos problemas de ajuste en las puertas y el sistema de control, lo que ha obligado a paradas periódicas de mantenimiento. Aun así, el Ayuntamiento asegura que este año el funcionamiento había mejorado con respecto a 2024, aunque reconoce la existencia de “averías recurrentes”.
Parte del Plan de Mantenimiento Integral
El ascensor inclinado de Davallada de Gallecs forma parte del Plan de Mantenimiento Integral (PMI) de Horta-Guinardó, un programa que incluye 130 actuaciones en el distrito durante 2025 para renovar espacios públicos y garantizar la seguridad de las infraestructuras.
Entre las obras previstas, figura la instalación de marquesinas para proteger la cabina y a los usuarios en las paradas superior e inferior, así como la incorporación de una arqueta de registro que facilite futuras tareas de mantenimiento.
El ascensor inclinado de la Davallada dels Gallecs en Barcelona
Estas obras, según el calendario oficial, se desarrollarán entre octubre y noviembre, coincidiendo con la reparación del sistema, y se enmarcan dentro del Plan Endreça, la estrategia municipal del gobierno de Jaume Collboni para modernizar los barrios y reducir las incidencias en el espacio público.
Una infraestructura frágil
El caso del ascensor inclinado de la Font d’en Fargues refleja la fragilidad de algunas infraestructuras urbanas en los barrios con orografía compleja.
Aunque estas instalaciones suponen una mejora significativa en términos de accesibilidad, su mantenimiento depende de componentes muy específicos y de contratos técnicos limitados, lo que puede derivar en largas esperas en caso de avería.
Mientras tanto, los vecinos siguen subiendo y bajando los 164 escalones cada día, confiando en que la esperada reparación llegue lo antes posible. Hasta entonces, la cuesta de Horta-Guinardó vuelve a ser, literalmente, cuesta arriba.