Álex Usieto, del Guinardó a promesa del Muay Thai en España: "Tengo todo lo necesario para ser una superestrella"

Álex Usieto, de 19 años y vecino de toda la vida del Guinardó, lo tiene claro: entrenar es su vida y la victoria, su objetivo.

En su entrevista con Metrópoli, tras una sesión de fuerza en el gimnasio Puro Impacto, la joven promesa del Muay Thai repasa su rutina, sus orígenes y sus planes. Entre ellos está pelear “mucho” y dar el salto a escenarios como One Championship.

La "máxima violencia" contra sus rivales

Usieto no rehuye frases contundentes sobre su mentalidad competitiva: “Pienso sinceramente en usar la máxima violencia que pueda hacia mi rival y ganar el combate lo antes posible”.

Nacido y criado en el Guinardó, fue ese entorno --“los amigos de mi barrio que vienen y me apoyan en cada combate”-- el que le acompañó desde sus primeros pasos en las artes marciales.

Mucha energía que canalizar

El peleador relata que con 14 años se apuntó al Puro Impacto y que fue entonces cuando aprendió a encauzar su energía. Su hiperactividad encontró una vía de escape en el Muay Thai y ahí fue cuando las cosas empezaron a irle bien.

Su familia, asegura, le apoyó desde el principio. Aunque no descarta que si no se dedicase a los combates, probablemente habría seguido el camino de su padre: el de estibador.

Rutina marcada

La jornada de Usieto es de sacrificio: entrenamiento físico por la mañana, un extra de jiu-jitsu o grappling con su entrenador, dos horas de striking en Muay Thai y, además, clases que él mismo imparte en Sant Gervasi.

“Llego a casa a las 21:00 horas, ceno y me voy a dormir”, describe, y añade que pese al cansancio mantiene la ambición deportiva intacta.

El joven presume además de haber conseguido el título de España en 'WBC Muay Thai', un logro que, en sus palabras, “fue un paso muy importante” y le hizo ver “que el futuro podía estar más cerca de lo que pensaba”.

Una afición comprometida

Sobre su estilo en el ring, Usieto reivindica el Muay Thai como la disciplina que más le llena: “Es la más completa”. Se define como "agresivo", pero también "inteligente".

Reconoce que ha competido también en K-1 (en categoría amateur y profesional), pero subraya que se siente especialmente cómodo en Muay Thai.

Habla de rivales duros, de preparación táctica y de la confianza que le aporta su grupo de seguidores: su grupo de amigos que lo siguen allá donde va. “Vinieron unos 20 a verme a Holanda y me sentía en casa. Solo se oía mi afición. Fue increíble”.

"Quiero ser una superestrella"

Las aspiraciones de este joven de 19 años son claras y ambiciosas: “Sinceramente, quiero llegar ya al One Championship. Quiero ser una superestrella”, asegura con confianza, y añade que aunque es difícil, cree tener “todo lo necesario” para lograrlo.

En cuanto a la visibilidad, Usieto reconoce la importancia de las redes: “Intento al menos crear contenido… no soy influencer, es complicado, tampoco tengo mucho tiempo para estar ahí con el móvil, pero lo que puedo lo hago”.

"Quiero pelear y pelear"

El peleador no rehúye la autocrítica ni los tropiezos: recuerda lesiones menores --“me rompí el nudillo en 'Noche de Leyendas 1'”-- y episodios en los que su entrenador optó por controlarle para no precipitar su salto al profesionalismo. Aun así, confiesa que la voluntad de pelear le empuja a ir rápido.

En clave local, Usieto no olvida sus raíces y prioriza a los suyos: “Estar con mis amigos, pensar en toda la gente que me ha apoyado… y darlo todo por ellos”. Y lanza un mensaje para quienes empiezan: “Es un deporte muy complicado… los primeros años estarán todo el día recibiendo. Que no se vengan abajo, que sigan, que poco a poco verán que algún día también empezarán a pegar”.

Próxima cita, Viladecans

En el cierre de la entrevista, la agenda: Usieto cita a todo aquel que pueda el próximo 13 de diciembre en Viladecans, donde promete “un espectáculo increíble” en 'Noche de Leyendas Fight Night', una velada organizada por la promotora Fight Lover.

Desde el gimnasio Puro Impacto, su proyecto sigue siendo claro: entrenar, competir y crecer. Y en su horizonte, la ambición de pelear con los grandes. Sin prisa: Cuando mi equipo lo decida, estaré preparado".