Alfred Bosch será el candidato de ERC en las elecciones municipales de 2019. El concejal republicano no ha tenido rival en las primarias y su formación lidera la intención directa de voto, por delante de Ada Colau, según el último barómetro municipal presentado por el Ayuntamiento a principios de enero. Con las mejores perspectivas, Bosch deberá definir su modelo de ciudad, su proyecto, y busca referentes para contrarrestar las críticas que le acusan de falta de experiencia en el gobierno.
“Ganaremos las próximas elecciones municipales”, deslizaba, convencido, el presidente del grupo municipal de ERC, hace un mes, en los pasillos del Ayuntamiento. En la entrevista que concedió a Metrópoli Abierta, Bosch se mostró muy crítico con la gestión de Ada Colau, a la que acusó de no tener un proyecto para Barcelona y de haber construido menos vivienda social que Xavier Trias y Jordi Hereu, sus antecesores en el cargo.
Bosch aseguró que en el tema de la vivienda “no hay varitas mágicas” y abogó por abrir nuevas vías de diálogo con “la Generalitat, el Estado y las autoridad europeas”. “Debemos dedicar todos los recursos posibles a hacer vivienda pública”, añadió el dirigente republicano, sin concretar un proyecto que requiere mucho tiempo.
El presidente del grupo municipal de ERC, asimismo, deberá concretar sus propuestas en materia de urbanismo. Barcelona es la capital de Catalunya e, históricamente, ha sido un referente en este apartado. En los últimos años, sin embargo, ha perdido protagonismo.
EL MODELO ECONÓMICO
Bosch también deberá reactivar la promoción económica de la ciudad, muy castigada en los últimos años por el rechazo de los comunes a algunos eventos. La pérdida de la EMA, por ejemplo, fue un duro golpe. Los principales agentes económicos de la ciudad se sienten maltratados por la alcaldesa, a quienes acusan de haber finiquitado el modelo de éxito que impulsaron los socialistas y continuó Trias. La propuesta republicana es toda una incógnita, aunque Bosch quiere dar un nuevo impulso al turismo en la capital catalana. También recela de algunos proyectos de remunicipalización activados por Colau y los suyos por las muchas dudas que suscitan y el enorme coste que tendrían para los ciudadanos.
Bosch, por otra parte, deberá definir el papel de Barcelona entre las poblaciones vecinas. Celestino Corbacho, exalcalde de l'Hospital y exministro, acusa a Colau de “no pensar” en clave metropolitana, de renunciar a su liderazgo, y de poner en práctica “una política endogámica que está haciendo que Barcelona pierda proyección y no juegue el papel internacional que debería jugar”.
ERC ambiciona Barcelona. Ya tiene candidato e iniciará la carrera electoral en una posición privilegiada. Pero deberá resolver muchas incógnitas. La falta de experiencia y la escasa popularidad de Bosch juegan en contra de una formación que busca referentes para iniciar el asalto a la alcaldía.