Gerardo Pisarello, el primer teniente de alcalde de Barcelona, está sentenciado. Ha sido el gran perdedor del pleno extraordinario de este viernes que será eternamente recordado por el día que la oposición reprobó las cuentas municipales por su mala gestión. Blanco de las críticas, Pisarello no fue auxiliado por Ada Colau en los momentos más delicados.
La alcaldesa de Barcelona, como ya avanzó Metrópoli Abierta, prepara cambios importantes en su equipo. En los últimos meses se han agravado sus diferencias con Jaume Asens, Laia Ortiz y el mismo Pisarello. La falta de argumentos del primer teniente de alcalde en un pleno muy tenso tendrá consecuencias.
MUY NERVIOSO Y ACORRALADO
Pisarello se ha mostrado muy nervioso durante todo el pleno. Se ha sentido acorralado y abandonado, sólo ante los tiburones. Nunca ha encontrado la complicidad de Colau y algunas imágenes han ilustrado su impotencia. No ha llorado, aunque su semblante estaba muy serio y tenso, y ha sorprendido su falta de argumentos.
Se esperaba que el primer teniente de alcalde aportara cifras para rebatir las acusaciones de Jaume Collboni, el líder socialista que acusó a los 'comuns' de recortar 107,5 millones de euros en las inversiones de 2018 y 2019. Sin embargo, apenas reconoció una reducción del 1% de las reducciones y acusó a la Generalitat de incumplir sus obligaciones.
“Lo veo nervioso, a la defensiva, sin dar explicaciones de lo que ha pasado”, ha dicho Sònia Recasens, la portavoz adjunta del Grup Demòcrata en el Ayuntamiento de Barcelona. Su compañero Raimond Blasi, por su parte, ha añadido: “En el pleno escuchando el discurso de un populista acorralado y abandonado por su mentora”.
LA VENGANZA DE COLLBONI
Javier Mulleras, regidor del PP, también se ha mostrado muy crítico con Pisarello: “Cogió las cuentas saneadas y las dejaré en luces rojas. Estamos a 20 de julio y todavía no ha publicado las cuentas de junio. Esto genera desconfianza en la ciudadanía”.
Collboni, por su parte, le ha acusado de romper el equilibrio de las cuentas municipales. Pisarello no le ha contestado, aunque durante su intervención ha recordado que las críticas a su gestión han coincidido con el último Barómetro del Ayuntamiento que señalaba que BComú sería la formación más votada si las elecciones municipales se celebraran ahora. Collboni, recordemos, era su socio de gobierno hace menos de un año. Hoy es su gran rival. La venganza, como siempre, es un plato que se sirve frío.