Unas oposiciones a la Guardia Urbana están en tela de juicio, en concreto las de intendente que han tenido lugar este otoño. Fuentes del propio Ayuntamiento de Barcelona aseguran que, presuntamente, las pruebas no se habrían llevado a cabo con la limpieza y la transparencia necesarias. Incluso, según ha podido saber Metrópoli Abierta, una persona aspirante ha presentado un recurso administrativo en el que reclama ver todas las actas de las oposiciones y denuncia que no pudo hacer la revisión de la cuarta prueba en la que quedó eliminado. En el caso de que no haya respuesta o que se desestime en su totalidad, perfectamente el proceso puede acabar en un contencioso-administrativo.

Fuentes sindicales de la Guardia Urbana subrayan que hay "indicios" de que el proceso no se ha hecho bien. "Huele raro, pero costará de demostrar". Y afirman que los partidos políticos de la oposición, perfectamente, "pueden pedir las actas para ver cómo se ha desarrollado el proceso". Desde la concejalía de Seguridad que dirige Albert Batlle se niega tener información sobre este problema y se afirma que en unas oposiciones es habitual que se presenten recursos. Al cierre de esta edición, este medio no había obtenido respuesta a las preguntas planteadas al departamento de prensa municipal.

UNA ASPIRANTE, EN EL PUNTO DE MIRA

Las miradas están puestas en el caso de una de las dos aspirantes que podría ser nombrada en breve intendenta -junto con otras cinco personas- tras superar la citadas pruebas. Presuntamente, detrás del interés de que esta persona sea intendenta estaría la intención del consistorio de dotar la cúpula del cuerpo policial de una mayor cuota femenina, apuntan fuentes del consistorio. Actualmente la normativa que rige estos procesos no distingue entre hombres y mujeres y la convocatoria “debe garantizar los principios de igualdad, méritos y capacidad, algo que, presuntamente, podría haberse vulnerado”, añaden fuentes de las mismas oposiciones. La aspirante suspendió el primer examen y fue a revisión, donde aprobó con un 5,06.

La policía se presentó a la oposición abierta por el consistorio barcelonés el 17 de junio del 2019 y firmada por el secretario municipal, Jordi Cases. El concurso ofrecía seis plazas de intendente, tres en turno libre (se podían presentar todos aquellos que cumplieran los requisitos, aunque no fueran miembros de la Guardia Urbana) y tres de promoción interna (solo para agentes del propio cuerpo). La agente se presentó por el turno libre y competía con otras 12 personas, todas miembros de la Guardia Urbana a excepción de una de ellas. El listado de las personas admitidas en la oposición se puede ver aquí. Solo figuran dos mujeres.

PRUEBA ANÓNIMA

Según los datos consultados, la aspirante no pasó la primera prueba, que consistió en la resolución de un supuesto práctico relacionado con los principios de actuación y las funciones del cargo de intendente. En el resultado de la prueba, la policía no aparece entre las personas que la superaron. Para ello se necesitaba sacar un 5. Fuentes conocedoras del caso explican que la primera prueba era anónima -es decir no se sabía de quién era cada examen- y que ésta, presuntamente, podría ser la explicación de que la agente no aprobara el examen a la primera. Fuentes del propio Ayuntamiento indican que se aconsejó a la guardia urbana "a que fuera a revisión de examen”. Tras ir, la agente obtuvo una nota de un 5,06. En la documentación oficial se dice que la revisión fue solicitada por “una aspirante”. Un observador sindical del proceso consultado por este medio aseguró no haber visto nada extraño.

 

La revisión de examen de la aspirante / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



La revisión, al igual que el resultado general de la prueba aparece firmado por el secretario del tribunal calificador, Jordi Miró Meix. En el citado documento, la policía, presuntamente, ya aparece identificada con una parte de su DNI, xxx8165xx, al igual que en el resto de pruebas. Entre los miembros del tribunal figuraban el ahora exjefe de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez; el intentende mayor, Ricardo Salas; y la intendente de la Guardia Urbana, Marta Pons, ahora en la Generalitat en comisión de servicios como subdirectora general de Coordinación de la Policía de Cataluña

Según ha podido saber este medio, a través de fuentes del Ayuntamiento y del propio cuerpo policial, Pons podría haberse mostrado muy crítica cómo se ha llevado esta oposición y no habría hecho acto de presencia en alguno de los exámenes para no formar parte de "una pantomima". También otra integrante del tribunal, Begonya Curto, responsable de evaluar las Políticas de Seguridad de la Generalitat, habría mostrado su disconformidad con el proceso y no habría asistido a alguna de las pruebas. Los miembros del tribunal se pueden consultar en las bases de la convocatoria. Un exalto cargo municipal afirma que mientras no se haya resuelto el recurso no se puede dar por concluída la oposición y difícilmente se darán los nombres de los aspirantes ganadores, aunque la última palabra la tiene el propio tribunal.

POSIBLE ERROR EN LA SUMA DE LA PUNTUACIÓN

Fuentes de las mismas oposiciones no saben cuáles han sido los argumentos esgrimidos por el tribunal para aprobar a la aspirante “porque las actas no se han publicado”. La misma persona asegura que el tribunal no puede corregir un examen de manera individual en una revisión y debería mirarse también las pruebas del resto de participantes -también de los suspendidos-. “Probablemente lo que se dirá es que hubo un error en la suma de la puntuación del examen, aunque hasta que no se publiquen las actas esta hipótesis no se podrá verificar”. 

La segunda de las pruebas, la persona con el DNI xxx8165xx  la aprobó sin problema y logró un 7. En este caso, se trataba de un proyecto de gestión y su defensa ante el tribunal. En la cuarta prueba, la alto cargo de la policía local sacó un 9,21, la segunda mejor nota de los aspirantes de turno libre. Este examen eran las pruebas psicotécnicas, de personalidad y competencias. Finalmente, en la página municipal en la que se publica la información sobre esta convocatoria pública, aparecen los méritos de las personas “que superaron la quinta prueba de la fase de oposición, las pruebas médicas”. En los méritos, la policía ha obtenido la mejor nota, un 10,17, de los aspirantes a intendente en el turno libre. La tercera prueba es el nivel de catalán y los aspirantes ya la tenían convalidada.

CURSO DE INTENDENTE

Al cierre de este artículo, en el proceso selectivo no aparecen los nombres de las personas que serán nombradas intendentes, ni en el turno libre ni en promoción interna, aunque este enero los tres primeros de cada oposición deben iniciar el curso de intendente en el Instituto de Seguridad Pública, que dura aproximadamente un mes, afirman fuentes de las oposiciones.

En esta convocatoria se podían examinar todas aquellas personas –incluso de fuera del cuerpo- que cumplieran con los requisitos. En los casos de procesos a inspectores, intendentes o intendentes mayores, por decreto, el Ayuntamiento puede reservar el 50% de las plazas para promoción interna. “Lo que llama la atención es que en el turno libre, abierto a la ciudadanía en general, de los 13 candidatos 12 eran del propio cuerpo y únicamente uno era de fuera”.

En unas recientes oposiciones a intendente mayor ya pasó algo similar. Todos los aspirantes también eran miembros de la Guardia Urbana. Se ofertaron dos plazas. Al turno libre se presentaron siete personas, todos intendentes salvo una inspectora, mientras que por promoción interna solo había un policía, Pedro Velázquez. Se da la circunstancia de que para ser el jefe de la Guardia Urbana hay que ser intendente mayor. El pasado septiembre, el sindicato CSIF ya denunció que Velázquez se perfilaba como jefe de la policía local barcelonesa. Este diciembre, Velázquez ha sustituido a Vázquez, que se jubila.

El jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez  / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



MÁS CUOTA FEMENINA

Fuentes de las oposiciones indican que es “totalmente legítimo querer feminizar la Guardia Urbana”, pero actualmente la normativa no distingue entre hombres y mujeres y la convocatoria “debe garantizar los principios de igualdad, méritos y capacidad”. Las fuentes añaden que si se quiere optar por incluir una mayor cuota de mujeres en las policías hay que cambiar la normativa. Y en el caso de la Guardia Urbana, el Ayuntamiento de Barcelona debería presentar una iniciativa legislativa para cambiar, en última instancia, el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP). “Se haga lo que se haga se tiene que hacer con la ley por delante”, subrayan.

Las mismas fuentes ponen en duda algunos de los exámenes de la citada oposición y consideran que podrían vulnerar las bases de la convocatoria. A modo de ejemplo explican que en la cuarta prueba se preguntó por un caso específico de la Guardia Urbana, algo que, en su opinión, no se puede hacer al tratarse de una convocatoria abierta a todos aquellos que cumplan con los requisitos, aunque no pertenezcan a la policía local barcelonesa. “En la cuarta prueba lo que se preguntó no es lo que se decía en las bases. El temario tiene que ser general. Parecía que de esta manera se buscara sacarse de encima a alguno de los aspirantes”, concluyen.

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