El drama de los sintecho es una de las necesidades sociales más urgentes de la ciudad de Barcelona. Los recursos municipales para paliar la situación de personas sin hogar, que se ha visto gravemente agravada durante la pandemia, han aumentado también conforme subía la curva de ciudadanos sin recursos. Para paliar esa situación, el Institut Municipal de Serveis Socials (IMSS) otorgó, el pasado 4 de febrero, un millonario contrato por un monto de 2.781.065 euros para la gestión del centro residencial de inserción Masía Can Planas para personas sintecho durante dos años, según ha podido conocer Metrópoli Abierta. Ese contrato podrá prorrogarse durante dos años más, por lo que el monto total puede ascender a más de 5,4 millones de euros. La adjudicación fue otorgada a la empresa Progess, Projectes i Gestió de Serveis Socials.
Según un informe interno del Ayuntamiento, este encargo se enmarca dentro de la lucha municipal contra la situación de los sintecho. “En los últimos años, se ha producido un crecimiento de las personas en situación de vulnerabilidad social con un evidente incremento de las personas que se ven obligadas a dormir en la calle. En el último recuento realizado en la ciudad en mayo de 2018, se constata un aumento del número de personas que duermen en la calle de un 45% respecto a las que había 10 años atrás en la ciudad de Barcelona. En este mismo periodo, el número de personas durmiendo en recursos residenciales especializados de entidades sociales y de la administración municipal ha crecido un 75%”.
CENTRO EN SANT MARTÍ
El centro Masia Can Planas, ubicado en la calle Selva del Camp de Barcelona (en el distrito de Sant Martí) es un equipamiento integral para personas sin hogar de entre 18 y 65 años que ofrece la cobertura de las necesidades básicas a quienes no tienen dónde vivir. Según el Ayuntamiento, “este centro se sitúa en uno de los niveles donde se requiere un mayor compromiso por parte de la persona y tiene como funciones básicas el desarrollo de las capacidades, potencialidades y voluntades de aquellas personas que una vez finalizada su estancia en el centro podrán iniciar una vida lo más autónoma posible; y, por otro lado, la búsqueda de un recurso de carácter no temporal para aquellas personas que por sus capacidades y potencialidades necesitarán siempre de un recurso tutelado o en un centro lo más adecuado a sus necesidades”.
La empresa Progess firmó también otro contrato con el Ayuntamiento de Barcelona para llevar la gestión y dinamización del Casal de Joves de les Corts, el Punt InfoJove (PIJ), el Espai d’Adolescents Jovecardí y el desarrollo del programa de promoción de la juventud en el distrito de Les Corts durante los dos próximos años. El encargo costará a las arcas públicas un total de 549.899 euros, aunque el contrato podría prorrogarse por otros 21 meses, con lo que el monto total de la adjudicación se elevaría a más de un millón de euros.
El Casal de Joves y el PIJ están ubicados en el centro cívico Tomasa Cuevas, en la calle Dolors Masferrer, mientras que Jovecardí se encuentra en la Travessera de les Corts. La intención es hacer de estos espacios un punto de referencia “de actuaciones de proyectos de juventud y adolescencia que favorezca el acceso a programas culturales, de información, de asesoramiento y de fomento del asociacionismo juvenil y de cohesión social”.
UN PUNTO DE REFERENCIA
El programa de promoción de la juventud del distrito, por su parte, “quiere ser el punto de referencia de actuaciones y proyectos del territorio orientados a satisfacer las necesidades y los intereses del joven desde una óptica inclusiva y constructiva, fomentando la participación activa. Se desarrolla en dos ámbitos de actuación: los proyectos y las actividades derivadas de la dinamización y organización de la Taula Jove y las acciones de apoyo a la creación artística y la innovación”.
Un extenso informe justificativo realizado por los técnicos municipales del distrito de Les Corts explica los objetivos del contrato adjudicado a Progess. Entre ellos, destacan los de “favorecer la autonomía y el desarrollo personal de la juventud, ofreciendo servicios, actividades y recursos” o los de “realizar acciones de consumo responsable y prevención de riesgos de trastornos alimentarios, consumo de tóxicos y abuso de nuevas tecnologías”.
AUMENTAR LA COHESIÓN SOCIAL
También se quiere promover el asociacionismo, la participación activa y la cohesión social, la prevención y sensibilización para la eliminación de la violencia hacia las mujeres, especialmente entre las más jóvenes, y apoyar y asesorar en las iniciativas y proyectos dirigidos a la población joven y adolescente. Asimismo, recoge como objetivo la “potenciación de la creación artística con una mirada más amplia, incorporando proyectos creativos, comunitarios, tecnológicos o de innovación” y el fomento de proyectos comunitarios y en red con los diferentes servicios, equipamientos y movimientos asociativos del territorio.
Por otro lado, uno de sus aspectos es el de la integración total de todos los jóvenes. Para ello, recoge la necesidad de “incorporar sesiones informativas sobre itinerarios formativos específicos para el alumnado con necesidades educativas especiales”, el favorecimiento de la inclusión y participación de adolescentes y jóvenes con discapacidad física, psíquica o sensorial como usuarios de los servicios y programas y la incorporación de medidas inclusivas “en sentido amplio: diversidad cultural, diversidad de origen, diversidad funcional, diversidad afectiva, sexual y de género”.
UNA COMPAÑÍA MIMADA
A la licitación de este contrato se presentó solamente la empresa Progess, una de las firmas mimadas por el consistorio barcelonés. En 2015, esta empresa, presidida por José Giménez Castillo, facturaba 1,9 millones de euros al consistorio. En 2018, su facturación fue de 4,8 millones, mientras que en 2019, último ejercicio del que se tienen datos consolidados, facturó al Ayuntamiento un total de cuatro millones. Aunque el consistorio reconoce en sus estadísticas esas cantidades, el 28 de noviembre de 2019 firmó un contrato plurianual (a ejecutar en un año y 8 meses) con el Ayuntamiento que le suponía casi 9,5 millones de euros para la gestión del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB).
Durante 2020, Progess se hizo con un contrato de 16.107 euros otorgado por el distrito de Ciutat Vella para el servicio de interpretación bengalí en este distrito, otorgado en enero. Asimismo, se hizo con otros dos contratos de asesoramiento de 4.200 y 8.200 euros, así como con un contrato de 16.486 euros para “la gestión del espacio público de las plazas de Gràcia”. En verano pasado, obtuvo cuatro contratos más: uno, por la gestión y dinamización de los equipamientos juveniles en Les Corts por un monto de 15.197 euros; otro del distrito del Raval por el Cau Solidari en este barrio (17.500 euros); otro por la promoción de la convivencia y el apoyo a la prevención del distrito de Sant Andreu (11.651 euros); y otro por la implementación del programa de promoción de jóvenes de Les Corts para 2020 y 2021, que subió a 9.956 euros.
COLECTIVOS VULNERABLES
Desde marzo a abril, en los primeros meses de la pandemia, el IMSS le concedió otro contrato de 471.836 euros para el servicio de atención 24 horas a mujeres sin hogar en un equipamiento ubicado en el pasaje del Dos de Maig. Durante los meses de junio, julio y agosto también prestó servicios similares en otro centro de personas sin hogar de la calle Josep Pijoan, aunque ese contrato sólo ascendió a 20.812 euros. El IMSS también le adjudicó otro servicio similar entre julio y octubre por 494.735 euros.
A mediados del 2020, Progess se llevó, asimismo, una adjudicación de 117.849 euros para el servicio de “detección, prospección, mediación, intervención y apoyo a personas vulnerables integrantes de grupos de riesgo para garantizar su seguridad y su salud, evitando el contagio del virus covid-19” durante el mes de abril de ese año en el distrito de Ciutat Vella. También se hizo con otro contrato por el mismo cometido durante los meses de mayo y junio, aunque en esa ocasión el monto del contrato ascendió a 224.723 euros.
A finales del año pasado, esta compañía también se hizo con la gestión del Espai Jove Palau Alós y el PIJ de Ciutat Vella durante dos años por 808.543 euros. Obtuvo también otro contrato de 111.000 euros del Consorci d’Educació de Barcelona para llevar el servicio de valoración de situaciones de vulnerabilidad social y firmó un tercer contrato para el fomento de la participación comunitaria de colectivos con especial dificultad de integración social y de intervención en el espacio público en el Turó de la Peira por 74.044 euros.