Alerta por el alto número de llamadas al teléfono antisuicidio de Barcelona

El teléfono de prevención del suicidio que impulsó el Ayuntamiento de Barcelona a finales de agosto ha atendido a 1.235 llamadas desde entonces, y ha permitido paralizar "algunos suicidios en curso".

Lo ha explicado la concejal de Salud, Gemma Tarafa, en la Comisión de Derechos Sociales de este martes, en respuesta a un ruego de ERC para que el consistorio forme en la detección y prevención del riesgo de suicidio a los trabajadores de todos los entes municipales que realizan atención al público.

Tarafa ha alertado de que el suicidio es la primera causa de muerte entre hombres de 15 a 34 años en la ciudad y la segunda entre mujeres de la misma edad, por lo que ha defendido seguir hablando de ello y no esconderlo, "porque no por hablarlo deja de existir", y se ha comprometido a atender esta causa.

PROBLEMAS DE SALUD MENTAL TRAS EL CONFINAMIENTO

Según las encuestas que maneja el consistorio, la mitad de la población barcelonesa ha sentido el confinamiento como algo muy duro o bastante duro. Desde que comenzó la pandemia han aumentado los trastornos del sueño, ansiedad, afectación del estado de ánimo, estrés postraumático, duelo patológico y trastornos alimentarios. Y por supuesto, los intentos de suicidio.

Algo de lo que alertó el doctor Eduard Vieta, jefe de psiquiatría y psicología del Hospital Clínic, hace tan solo dos semanas a Metrópoli Abierta: “Los intentos de suicidio bajaron al principio y ahora están aumentando. Tenemos indicadores que nos dicen que la población está peor que antes, con cuadros quizás no graves, pero sí leves o moderados de ansiedad, depresión, estrés postraumático… y la atención no es la suficiente porque los recursos que tenemos no están dimensionados para la [gran] cantidad de demanda”.