Manuel Valls ha oficializado este martes su marcha del Ayuntamiento de Barcelona. El exprimer ministro francés deja el consistorio de la ciudad pasado el ecuador del mandato. La persona que le sustituirá como edil en las filas de Barcelona pel Canvi es Òscar Benítez, un exescolta de Jordi Pujol y exagente del Área Central de Medio Ambiente (ACME), la unidad de delitos medioambientales de la policía autonómica, recuerdan fuentes sindicales de Mossos.
Nacido en Barcelona en 1957, Benitez es actualmente director de seguridad de bus en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), empresa que dejará para entrar como regidor. Los últimos meses, Benítez ha ejercido, además, de consejero de Barcelona pel Canvi en el distrito de Sant Martí. En conversación con Metrópoli, el expolicía se define como "mosso en excedencia voluntaria" y explica que también es profesor en la Escuela de Policía de Mollet del Vallès y en el máster de seguridad privada en la Universitat de Barcelona.
PROVIENE DE LA CANTERA DEL PSC
Benítez proviene de la cantera del PSC. En tiempos del alcalde Jordi Hereu fue consejero de distrito en Ciutat Vella. La edil del territorio más complejo de la ciudad era por aquel entonces Itziar González. Posteriormente, Benítez dejó las filas socialistas para integrarse en Lliures, de Antoni Fernández Teixidó, y acabar siendo el experto de seguridad de Valls, que como ministro galo de Interior tuvo que lidiar con el terrorismo yihadista en París, en la coalición electoral de Barcelona pel Canvi-Ciutadans en las elecciones municipales de mayo de 2019. Benítez fue el número siete de la candidatura.
A lo largo de su trayectoria profesional, además de ser escolta de Pujol y de otros consellers de la Generalitat y miembro de la unidad de delitos medioambientales de los Mossos, Benítez también destaca por haber formado parte, "como policía judicial", del equipo de investigación del que fuera Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Catalunya, José María Mena.
MÁS GUARDIA URBANA Y MOSSOS
Experto en seguridad pública y privada, orden público y terrorismo yihadista, Benítez defiende un "cambio en el modelo de seguridad" que se aplica en Barcelona. Aboga para que haya una mayor presencia de agentes de la Guardia Urbana en la ciudad y para que se convoquen más plazas de policía local. También reclama un compromiso "real" de la Generalitat para ampliar la plantilla de Mossos en la capital catalana y apuesta por incrementar el número de policías de la UREP (la unidad antidisturbios de la Guardia Urbana) para que se encarguen del orden público en Barcelona junto a la policía autonómica.
Ante el incivismo y la violencia callejera imperante, Benitez considera que "agredir a un policía no puede salir gratis". Opina que se debe auditar por qué no se cobran una buena parte de multas de la Ordenanza de civismo -una denuncia que durante años hizo el concejal del PP Alberto Fernández Díaz- que se imponen en la ciudad, y muestra una gran preocupación por los masivos botellones y "la indisciplina social" y el fácil acceso de los menores al alcohol y a las sustancias estupefacientes.