El Ayuntamiento de Barcelona está analizando la arena de la playa de Llevant –la única con espacio para perros para comprobar su nivel de residuos cancerígenos. El consistorio barcelonés también tiene la intención de someter a estudio otras dos playas, aunque por el momento no ha determinado una fecha concreta. 

Esta acción municipal llega después del ruego vecinal que todos los partidos de la oposición apoyaron a raíz del cierre de la playa de Sant Adrià. 

La zona para perros en la Playa de Llevant / AM

TRABAJOS MUNICIPALES

El "análisis por el riesgo por la salud humana en las arenas" tiene un coste de 16.093,96 euros y ha sido adjudicado a la empresa municipal Barcelona Cicle de l'Aigua (Bcasa), aunque por un contrato mayor. Este no convoca concurso para recibir ofertas, es decir la adjudicación es directa, según ha avanzado el TOT Barcelona

Assesoria tècnica del Sòl SL, Tecsòl, llevará a cabo el informe. Se trata de la misma empresa que redactó el informe que sentenció el cierre de acceso a la playa del Litoral de Sant Adrià "por riesgo cancerígeno" –playa que no ha sido reabierta–. 

La playa del Litoral de Sant Adrià, cerrada / TWITTER AIRENET

SIN RESPUESTA POR PARTE DEL AYUNTAMIENTO

Las playas de la Nova Mar Bella y la Mar Bella, las más cercanas a Sant Adrià, también deberían ser examinadas, según los ciudadanos que han participado en una petición formulada por la plataforma Airenet. El consistorio sostiene que los resultados que se obtengan del estudio de la arena de la playa de Llevant determinarán si continuar con el análisis de las demás playas. 

Por el momento, la plataforma no ha recibido una valoración por parte del Ayuntamiento en cuanto a los primeros trabajos de exploración. Desde Airenet sospechan que el silencio del consistorio, y una posterior afirmación sobre falta de presupuesto, podría suponer una gran excusa para no encargar más informes sobre el análisis de playas ante la posibilidad de arenas cancerígenas. 

CONTAMINANTES CANCERÍGENOS

Airenet pide que el Ayuntamiento de Colau examine tanto la calidad de metales pesados como la de dioxinas, un contaminante ambiental persistente, de toxicidad elevada y que puede provocar cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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