El Ayuntamiento de Barcelona está valorando la posibilidad de regular el acceso a espacios masificados, como desde hace casi diez años ocurre en el Park Güell. Una medida que se ha puesto sobre la mesa después de comprobar, durante las vacaciones de Semana Santa, la potente recuperación del sector turístico, con una gran afluencia de visitantes en el centro de la ciudad. Entre los lugares a los que el consistorio quiere limitar el paso está la plaza de Sant Felip Neri, en el barrio Gòtic.
Así lo ha explicado Xavier Marcé (PSC), concejal de Turismo del gobierno de Ada Colau, en una entrevista este martes por la noche en el programa bàsics de betevé. La idea sería controlar el paso con una "entrada tasada, como se ha hecho ya en el Park Güell" –ha dicho– que se implementaría "a pequeña escala" en determinados espacios como la ya mencionada plaza de Sant Felip Neri, aunque hay otros. Preguntado directamente sobre la intención de la alcaldía de cobrar entrada por el acceso, el regidor se ha echado atrás y ha señalado que se aplicaría "con horarios o un máximo de personas que puedan entrar".
EN EL PARK GÜELL SÍ SE PAGA, PERO LOS VECINOS ENTRAN GRATIS
En el caso del Park Güell, que ha puesto de ejemplo el propio Marcé, los visitantes sí deben comprar entradas para acceder a la zona monumental. Los vecinos de los barrios adyacentes (el Coll, Vallcarca-Penitents, la Salut, el Carmel, Can Baró y Baix Guinardó), en cambio, tienen acceso libre durante todo el año gracias a una tarjeta que los acredita como residentes. También pueden entrar sin pagar los miembros de la plataforma cultural Gaudir Més.
ENCARECER EL PRECIO DE LOS HOTELES
Sobre el modelo turístico de Barcelona, Marcé ha planteado la necesidad de una "mejora de la calidad" de los hoteles y encarecer su precio. Según el concejal, así se lograría un tipo de turismo "más selectivo". Lo ha dicho después de afirmar también que él está en contra de disminuir el número de turistas, porque "decrecimiento significa cerrar hoteles, y no hace falta".
Una visión totalmente antagónica a la manifestada por la parte de los comunes del gobierno municipal. Tras las vacaciones de Semana Santa, Jordi Rabassa, concejal del Distrito de Ciutat Vella, denunció públicamente que los residentes que se habían quedado en casa habían "sufrido unas aglomeraciones insoportables" y que el turismo "no aporta nada positivo ni para los vecinos ni para la actividad económica de proximidad". Por este motivo, pidió "acabar con la sobreexplotación de los barrios".
BARCELONA TERMINARÁ 2022 CON UN 80% DE TURISTAS
Pero al contrario de los que desearía Rabassa, Marcé ha explicado que el Ayuntamiento tiene el objetivo de alargar las noches de pernoctación de los turistas en Barcelona, pasando de las 2,8 de media actuales a 3,5. Además, según la previsión de los técnicos municipales, la capital catalana terminará 2022 con un 80% del total del turismo que había antes de la pandemia. De momento, los datos que ya se han cerrado son los del primer trimestre de 2022: entre enero y marzo, con un 80% de las plazas hoteleras disponibles, la ciudad ha tenido un 60% de ocupación turística.