Ernest Maragall ha apuntado directamente este domingo a la alcaldesa Ada Colau de estar en contacto con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para conservar la alcaldía de Barcelona tras las elecciones municipales de 2019, ganadas por el líder republicano por unos 5.000 mil votos más y el mismo número de escaños. Las duras declaraciones del candidato republicano agrietan algo más las malas relaciones con Barcelona en Comú por un caso Pegasus de espionaje en el Ayuntamiento y ponen hoy en día más difícil un posible pacto postelectoral entre comunes y republicanos en 2023. 

Según ha avanzado este domingo La Vanguardia, el CNI se mostró interesado por saber cómo iban las negociaciones entre Barcelona en Comú y ERC tras los comicios municipales ante el temor de que en la ciudad la gobernara un partido independentista. Y, en este sentido, el espionaje español intervino el teléfono de una persona que trabajaba para que se diera un gobierno de coalición de republicanos y comunes en Barcelona, relata el medio del grupo Godó, que cita la como fuente la comisión de secretos oficiales de Congreso.

"PARA MANTENER EL PODER TODO VALE, INCLUSO LA AYUDA DEL CNI"

Al conocer esta información, Maragall ha estallado y ha asegurado que esas negociaciones nunca existieron de verdad y que todo "estaba predeterminado, preparado y vigilado", para que las conversaciones fracasaran. El líder republicano no ha dudado en afirmar que Colau estaba al corriente -se hizo con "el conocimiento y la participación de Colau", ha señalado-. "Para mantener el poder todo vale, incluso la ayuda del CNI", ha soltado Maragall en Catalunya Ràdio.

Ernest Maragall, líder de ERC / METRÓPOLI - LUIS MIGUEL AÑÓN

Para Maragall, las elecciones de 2019 fueron unos comicios "intervenidos". "Es una operación de Estado, que añade sus propios instrumentos para impedir que un partido como ERC gobierne Barcelona". Los partidos que gobiernan [en referencia a Barcelona en Comú y el PSC de Jaume Collboni] se tienen que preguntar cómo se ha llegado hasta aquí. Cada uno jugaba su papel. Manuel Valls, también. Le hicieron un encargo, aguantó unos meses y se fue", ha añadido después Maragall en Rac 1.

VALLS HACE ALCALDESA A COLAU

El encargo al que se ha referido Maragall es que Colau fue investida alcaldesa con tres votos de la formación de Barcelona pel Canvi-Ciutadans. Para optar a un segundo mandato, la líder de los comunes necesitaba el apyo de 21 ediles, la mayoría absoluta del pleno. Su partido tenía 10, los socialistas ocho, y el gesto de Valls, para que en Barcelona no hubiera un alcalde independentista, hizo el resto. Además, del exprimer ministro frances, Eva Parera y Celestino Corbacho votaron a favor de la investidura de Colau.  

La reacción de Barcelona en Comú no se ha hecho esperar. El concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí Grau, ha tildado las palabras de Maragall de "calumnia inaceptable" y ha pedido al líder republicano una rectificación inmediata. En términos parecidos se ha expresado la teniente de alcaldía de Ecología Urbana y Urbanismo Janet Sanz, que en las redes ha dicho: "Hay que estar muy desesperado para hacer estas afirmaciones. Esta afirmación no solo es falsa, es muy grave y debe ser rectificada". Con posterioridad, Maragall ha querido matizar, y ha afirmado en betevé de que "está convencido de que Colau no sabía nada".

Ada Colau aplaudida por Manuel Valls en el pleno de investidura / EFE

RELACIONES TENSAS

Las declaraciones de Maragall, precipitadas y desafortunadas, agrietan algo más las relaciones entre Barcelona en Comú y ERC y dificulta, a un año de las elecciones, un posible pacto postelectoral entre las dos formaciones. Por ahora, los distintos sondeos realizados dan a Barcelona en Comú, ERC y PSC como los partidos con más opciones de ganar las elecciones municipales de mayo de 2023

Tras un noviazgo de tres años, en el que los republicanos apoyaron el presupuesto de Colau y avalaron, entre otros proyectos, el tranvía por la Diagonal, la relación entre republicanos y comunes anda de mal en peor desde que hace unos meses Maragall tuviera que acabar absteniéndose en los presupuestos del gobierno de Colau para el 2022 cuando la intención inicial era votar en contra. Maragall tuvo que rectificar después de que ERC y En Comú Podem alcanzaran un acuerdo para las cuentas autonómicas para el 2022 y se negó a entablar ningún tipo de negociación con Colau.

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